El jueves cedió en sus intentos de exigir testigos; sin embargo, la cámara baja salió de vacaciones sin entregar los cargos para el juicio político, lo que significa que la cuestión quedará pendiente durante el receso.
Es probable que Pelosi no tenga mucho poder de negociación. McConnell, al igual que Pelosi, no es famoso por ceder. Además, la idea de que el Senado permita que el órgano a la que muchos de los senadores consideran la cámara menor los obligue a dar algún paso suena descabellada.
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La maniobra de Pelosi podría mejorar marginalmente la posición de negociación de Schumer respecto a las cuestiones procesales del juicio. Sin embargo, es probable que esté jugando un juego mental con otro de sus adversarios: el mismo Trump.
Ahora tendrá a Trump —quien quería un juicio expedito y una exoneración a la que pueda llamar absolución — en vilo durante todas sus vacaciones en Florida.
Trump ya dio muestras de que se siente agitado.
De acuerdo con Lindsey Graham, senador por Carolina del Sur y uno de sus principales aliados en la cámara alta, el comandante supremo preguntó el jueves: "¿Qué están haciendo?".
Graham contestó: "No lo sé, Sr. Presidente".
Esa noche, Trump tuiteó: "Entonces, luego de que los demócratas no me dieran el debido proceso en la Cámara de Representantes, ni abogados, ni testigos ni nada, ahora quieren decirle al Senado cómo llevar su juicio. De hecho tienen cero pruebas de nada, ni siquiera se van a presentar. Quieren escapar. ¡Yo quiero un juicio inmediato!".