La Casa Blanca ha decidido desmantelar el grupo de emergencia creado para gestionar las medidas para frenar el brote del coronavirus, en la última muestra de que el gobierno de Donald Trump ya no considera la pandemia como una prioridad diaria.
El vicepresidente Mike Pence dijo el martes que el grupo de emergencia que él encabeza será necesario hasta finales de este mes.
Pence comentó que podría comenzar a traspasar la coordinación de la respuesta de Estados Unidos a la crisis a las agencias federales a partir de fines de mayo.
"Creo que empezamos a considerar las fechas del Memorial Day (25 de mayo) o principios de junio" para desmantelar la célula de crisis, dijo a periodistas.
"Mike Pence y el equipo de trabajo han hecho un gran trabajo", dijo Trump durante una visita a una fábrica de mascarillas en Arizona. "Pero ahora lo estamos viendo un poco de una forma diferente, y esa forma es la seguridad y la apertura, por lo que probablemente tendremos un grupo diferente establecido para eso".
Cuando se le preguntó si estaba proclamando "misión cumplida" en la lucha contra el coronavirus, Trump dijo: "No, en absoluto. La misión cumplida es cuando termine".
Ese grupo ha dirigido la compleja respuesta a la rápida propagación del coronavirus, que ha provocado la muerte de cerca de 70,000 estadounidenses.
La célula, que responde directamente ante el presidente, hace una labor de coordinación entre instituciones médicas, políticos y los gobernadores de los estados, de los cuales algunos han tratado frenéticamente de ayudar a los hospitales desbordados.
También recurrió a expertos médicos para formular las recomendaciones nacionales sobre distanciamiento social.
Cuando se le preguntó si estaba proclamando "misión cumplida" en la lucha contra el coronavirus, Trump dijo: "No, en absoluto. La misión cumplida es cuando termine".
Trump dijo además que Anthony Fauci y Deborah Birx, médicos que asumieron un alto perfil durante las ruedas de prensa televisadas a nivel nacional que se prolongaron por semanas, seguirán siendo asesores después de que el grupo sea desmantelado.
"No podemos mantener nuestro país cerrado durante los próximos cinco años", dijo Trump, cuando se le preguntó por qué era hora de reducir el grupo de trabajo.
El presidente admitió, sin embargo, que algunas personas serían "gravemente afectadas".
Los críticos dicen que la situación de salud sigue estando muy lejos de ser segura y que Trump quiere apresurarse para tratar de impulsar la economía a tiempo para su difícil batalla de reelección en noviembre.
La vocera de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany ,insistió en que Trump continuará informándose con los equipos médicos, aunque no haya un grupo oficial de manejo de la crisis.
"El informe sobre el grupo de trabajo está siendo malinterpretado al sugerir que la Casa Blanca ya no involucra a los expertos médicos. Esto es totalmente falso. El Presidente @realDonaldTrump continuará su enfoque basado en los datos para una reapertura segura", tuiteó.
Con información de AFP y Reuters
