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La deforestación en la Amazonía en Brasil crece un 64% en abril

El gobierno de Jair Bolsonaro prepara un despliegue militar para combatir el aumento de la tala ilegal en la selva.
vie 08 mayo 2020 02:23 PM
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La Amazonía brasileña se vio fuertemente amenazada el año pasado por los incendios que castigaron la región entre los meses de junio y agosto.

La deforestación en la selva amazónica de Brasil aumentó bruscamente en abril, según mostraron datos del gobierno publicados el viernes, mientras el país prepara un despliegue militar para combatir el aumento de la tala ilegal.

La destrucción en el área brasileña del Amazonas aumentó un 64% en abril en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos preliminares del Instituto Nacional de Investigación Espacial (INPE) de Brasil.

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Las informaciones de imágenes obtenidas por el sistema Deter-B indicaron que durante el mes de abril fueron emitidas señales de alerta en 405.6 kilómetros cuadrados de los seis estados de la región norte de la Amazonía, más Tocantins (centro), Mato Grosso (occidente) y Maranhao (nordeste).

GALERÍA: Una enfermera atiende el coronavirus en la tribu Witoto en Brasil

Cuidado voluntario

Cuidado voluntario

Vanderlecia Ortega dos Santos, o Vanda para sus vecinos, se ofreció como voluntaria para brindar la única atención de primera línea que protege a su comunidad indígena de 700 familias de la epidemia de COVID-19 que está asediando a Manaos, Brasil.
FOTO: Reuters/Bruno Kelly
Batalla cuesta arriba

Batalla cuesta arriba

El empobrecido asentamiento de descendientes de 35 tribus, llamado Parque das Tribos, carece de suministro de agua potable y de electricidad en la mayoría de los hogares.
FOTO: Reuters/Bruno Kelly
Casos sopechosos

Casos sopechosos

La enfermera de 32 años inyecta dipirona en su paciente Sabrina de Sales Benzaquem, de 34 años, una esteticista, que tuvo fiebre y se sospecha que se ha infectado con el COVID-19.
FOTO: Reuters/Bruno Kelly
En el limbo

En el limbo

A medida que la pandemia de coronavirus se extiende por Brasil, los indígenas que viven en las ciudades y sus alrededores han quedado atrapados en un peligroso limbo. El servicio de salud indígena del país, Sesai, enfoca sus recursos en aquellos que viven en reservas de tribus.
FOTO: Reuters/Bruno Kelly
Las vidas indígenas importan

Las vidas indígenas importan

"Nuestra gente está muriendo por esta enfermedad aquí y no están siendo reconocidos como indígenas por el Estado ni por Sesai", dijo Vanda. En la foto, ella participa en una protesta durante la visita oficial del Ministro de Salud Nelson Teich al hospital principal de Manaos.
FOTO: Reuters/Bruno Kelly
En su tiempo libre

En su tiempo libre

Desde que comenzó la epidemia, Vanda está utilizando su tiempo libre para hacer visitas a domicilio en su comunidad, rastreando los posibles síntomas de COVID-19 a través de un grupo de WhatsApp que creó.
FOTO: Rueters/Bruno Kelly
Campaña en redes sociales

Campaña en redes sociales

"Debido a que estábamos tan desprovistos de asistencia pública, tomé la iniciativa de comenzar una campaña en las redes sociales para recibir donaciones de alimentos y kits de higiene", sostuvo Vanda.
BRUNO KELLY/REUTERS
Pacientes canalizados

Pacientes canalizados

Esta semana ha estado monitoreando unos 40 casos sospechosos de coronavirus. Remitió a cinco personas en estado grave a los servicios de emergencia, incluida una anciana que tuvo que ser llevada en automóvil por la falta de una ambulancia.
FOTO: Reuters/Bruno Kelly
Mascarillas

Mascarillas

Cuando Vanda hizo una protesta contra el ministro de salud, ella y otras dos mujeres llevaban máscaras hechas por su madre, estampadas con la frase "las vidas de los indígenas importan".
FOTO: Reuters/Bruno Kelly

El estado con mayor deforestación en abril fue Mato Grosso, que contabilizó 144.58 kilómetros, equivalentes al 35.6% del total.

De acuerdo con la muestra del sistema, el 96% del área que sufrió deforestación tuvo pérdida de cobertura de vegetación, solo el 2% la mantuvo y un 1.3 % corresponde a actividades de minería.

En los primeros cuatro meses del año, la deforestación del Amazonas creció un 55% respecto al mismo período de 2019 a 1,202 kilómetros cuadrados, según informó el INPE.

El Amazonas es la selva tropical más grande del mundo. Científicos dicen que su conservación es vital para frenar el calentamiento global por la gran cantidad de gases de efecto invernadero que absorbe.

El aumento de la deforestación en la Amazonía coincide con las medidas de aislamiento social, cuarentena y en algunos casos de confinamiento total, como en Belem y Sao Luiz, capitales de los estados de Pará y Maranhao, respectivamente, para contener el avance del coronavirus.

El ejército combatirá la deforestación

El jueves el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, autorizó el envío de las Fuerzas Armadas a diferentes estados del país para combatir la deforestación y prevenir incendios en la Amazonía brasileña.

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El decreto con la autorización fue publicado el jueves en el Diario Oficial y limita, por ahora, la actuación del Ejército entre los días 11 de mayo y 10 de junio para combatir la destrucción de la selva amazónica.

Según cálculos publicados recientemente por el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), en el primer trimestre de este año la Amazonía brasileña, perdió 796.08 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal, frente a los 525.63 kilómetros cuadrados desforestados en el mismo período de 2019.

De esta forma, la tendencia de destrucción de la región amazónica sigue al alza, pues ya el año pasado la deforestación creció un 85% hasta los 9,165.6 kilómetros cuadrados, su mayor nivel desde 2016.

La Amazonía brasileña se vio fuertemente amenazada el año pasado por los incendios que castigaron la región entre los meses de junio y agosto y obligaron entonces al gobierno a enviar a las Fuerzas Armadas para ayudar en el control del fuego.

¿Por qué se incendia la Amazonía?

Las imágenes de los incendios calcinando enormes extensiones de vegetación dieron la vuelta al mundo y provocaron una ola de indignación entre la comunidad internacional y las ONG, que acusaron del desastre a Bolsonaro, por su retórica antiambientalista.

Bolsonaro pide más explotación agrícola y minera en zonas protegidas, afirmando que es la única forma de sacar a la región de la pobreza.

El brote de coronavirus ha complicado los esfuerzos para combatir la deforestación. El Instituto Brasileño de Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables (IBAMA) está enviando menos agentes debido a los riesgos para la salud.

Con información de EFE y Reuters

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