Según Daily Telegraph, la primera fase de los ensayos clínicos en humanos -que inició en abril con la participación del 1,000 voluntarios sanos- ha demostrado que la vacuna genera una respuesta inmune contra el virus, con anticuerpos y linfocitos T, "células asesinas" contra la infección.
"Es la combinación de los dos que esperamos que proteja a la gente", agregó la misma fuente en las columnas del Daily Telegraph, "es un momento importante, pero aún queda un largo camino por recorrer".
Los investigadores señalaron que aún tienen que demostrar que esta respuesta inmune combinada es suficiente para evitar la infección, pero precisaron que el hecho de que se haya probado tal efecto es muy positivo.
Estos resultados no permiten aún saber cuál sería la duración de la protección ofrecida por la vacuna.
David Carpenter, presidente del comité de Ética de Investigación de Berkshire, que aprobó el ensayo de Oxford y continúa trabajando con este grupo de científicos, afirmó que el equipo estaba "absolutamente encaminado" a lograr la vacuna.
"Nadie puede poner fechas finales... las cosas podrían salir mal, pero la realidad es que al trabajar con una gran compañía farmacéutica, esa vacuna podría estar bastante disponible en septiembre y ese es el tipo de objetivo en el que se está trabajando", señaló.