Algunos de los más eminentes expertos sanitarios de la ciudad achacan los rebrotes a varios factores: la falta de test, la relajación de las normas de distancia social y, en especial, las exenciones autorizadas por el Gobierno a las cuarentenas para quienes entraban en la ciudad.
Desde febrero, más de 200,000 personas se han beneficiado de esas excepciones. Entre las 33 categorías contempladas figuran trabajadores de empresas cotizadas que viajasen a o desde la China continental, tripulación de vuelos, marineros o camioneros que trajesen comida desde el otro lado de la frontera.
Mientras tanto, los viajeros normales sí que se vieron obligados a respetar dos semanas de cuarentena domiciliaria o en hoteles.
Gilman Siu, profesor asociado de la Universidad Politécnica de Hong Kong y especialista en epidemiología molecular, apoya la idea de que estas exenciones han sido el "gran resquicio" por el que se ha vuelto a colar el virus en la ciudad, ya que recientemente llevó a cabo un estudio con el que descubrió que algunos de los casos de transmisión local compartían cepas del virus con personas llegadas del extranjero.
"Un supuesto muy probable es que algunas personas exentas de cuarentena trajeron, sin saberlo, el virus a Hong Kong, se alojaron en un hotel y fueron por la ciudad sin mascarilla. A esto se podría unir que las normas de distancia social se han relajado", explicó Siu a la agencia EFE.
En un primer momento, las autoridades lo negaron, pero han acabado por reconocer que la política de exención de cuarentenas sí que ha tenido que ver con la tercera oleada de contagios.
Pero ya es tarde, según Siu: "El momento crucial para haber detenido la propagación ya pasó. Se han plantado las semillas y ya es muy difícil controlar la propagación. Lo único que podemos hacer es llevar a cabo más test".
Con información de AFP y EFE