La vacuna fue bautizada como"Sputnik V" (V de Vacuna), en homenaje al satélite soviético, declaró el presidente del fondo soberano implicado en su creación.
"Más de 1,000 millones de dosis" fueron encargas por 20 países extranjeros, afirmó Kirill Dmitriev, precisando que la fase 3 de los ensayos comenzará el miércoles. A los trabajadores sanitarios rusos que tratan a pacientes con COVID-19 se les ofrecerá la oportunidad de ser voluntarios para vacunarse en las próximas semanas, dijo una fuente a Reuters el mes pasado.
El fondo soberano indicó que el inicio de la producción industrial está previsto para septiembre.
La velocidad a la que Rusia se está moviendo para desplegar su vacuna pone de relieve su determinación de ganar la carrera mundial por un producto eficaz, pero ha despertado la preocupación de que pueda estar poniendo el prestigio nacional por encima de la ciencia y la seguridad.
En una reunión de los miembros del gobierno emitida a través de la televisión estatal, Putin dijo que la vacuna, desarrollada por el Instituto Gamaleya de Moscú, es segura, afirmando que ha sido administrada a una de sus hijas.
"Sé que funciona bastante bien, genera una fuerte inmunidad, y repito, ha pasado todos los controles necesarios", dijo Putin, quien destacó que espera que el país comience pronto a producir la vacuna en masa.