"Una transición rápida y pacífica hacia la democracia —añadió— es la vía más efectiva y sostenible para la estabilidad, la recuperación y la prosperidad en Venezuela".
"La pandemia actual y el abrumado sistema de salud pública de Venezuela han agregado urgencia a la necesidad de poner fin al status quo", indicó el comunicado firmado también por naciones de América como Perú, Brasil y Canadá, de Asia y del este de Europa.
Los casos de coronavirus se han multiplicado en las últimas semanas en la nación petrolera, sumida en una larga crisis económica y social que ha provocado la huída de millones de personas, disparando las alarmas de médicos y opositores que reclaman por el mal estado de los hospitales para combatir la enfermedad.
El documento, difundido por el Departamento de Estado de Estados Unidos, advirtió que la celebración, el próximo 6 de diciembre, de las votaciones para la Asamblea Nacional “no representa una solución política y, en cambio, podría agravar la polarización”.
La oposición venezolana ha anticipado que no se presentará a ese proceso, al que consideran un “teatro electoral", una decisión que deja la vía libre para que el chavismo retome el control de este órgano, que desde 2015 está en manos de los partidos contrarios al gobierno de Nicolás Maduro.
El texto señala que el proceso de transición debe permitir que la AN cumpla "plenamente" sus funciones, y debe restablecer "la independencia" del Tribunal Supremo de Justicia y del Consejo Nacional Electoral. Llama además a retomar los "avances" realizados en las negociaciones facilitadas por Noruega en Barbados el año pasado.