Se ha producido un cambio de tendencia: "Los gobiernos árabes de la región se orientan de la confrontación con Israel a la confrontación con Irán", apunta a Efe el catedrático de ciencias políticas de la Universidad Azad de Teherán, Mehdi Motaharnia.
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Unidos frente a la amenaza iraní
El antagonismo entre Irán y los países del Golfo, especialmente Arabia Saudí, EAU y Baréin, se ha acentuado en los últimos años, lo que ha sido aprovechado por Estados Unidos para que sus aliados árabes unan filas con Israel.
Aunque oficialmente el acuerdo para restablecer relaciones diplomáticas entre Israel y EAU y Baréin, que se firmará hoy en la Casa Blanca, no ha sido diseñado como una coalición anti-iraní, el Gobierno bareiní fue muy claro ayer sobre esa opción.
Su ministro del Interior, Rashid bin Abdalá al Jalifa, dijo que el pacto con Israel, anunciado el pasado día 11, crea "alianzas sólidas frente a peligros potenciales" como Irán, al que acusó de ser "una amenaza constante" para la seguridad del reino.
EAU, que alcanzó el acuerdo el 13 de agosto, trató sin embargo de quitar hierro al asunto: "El tratado de paz emiratí-israelí es una decisión soberana que no está dirigida a Irán", afirmó poco después del anuncio del pacto el viceministro de Exteriores Anwar Gargash.
El analista iraní Motaharnia no tiene duda. Estos acuerdos han dado la oportunidad a Estados Unidos de crear "un tipo de OTAN árabe en la vía de unidad con Israel" y de fomentar "un asedio regional a Teherán".