Díaz-Canel sostuvo que la Revolución "no teme al pensamiento creador, sino que lo aúpa y cultiva", aunque reiteró que no permitirá que "los activistas del caos y el desacato mancillen a la bandera e insulten a las autoridades", según el texto difundido por la Agencia Cubana de Noticias.
De manera general "el cambio generacional no es promesa de nada" sobre una apertura política, pues "la vía mas rápida en Cuba para apuntarse méritos políticos dentro de la estructura política del país, es mostrar mano dura", opina.
El presidente ha basado su estilo de gobernar en un principio: la presencia constante en el terreno, ya sea física, con numerosos viajes a las provincias, o virtual, mediante la apertura de su cuenta de Twitter, que usa para comunicarse varias veces al día.
Formación ideológica
También cuida su imagen. Solo ha concedido una entrevista a un medio extranjero, el canal venezolano Telesur, o mostrando un rostro más humano junto a su esposa, Lis Cuesta, quien ocupa de hecho el cargo de Primera Dama, una posición sin precedentes desde la revolución.
Padre de dos hijos de un primer matrimonio, es descrito como sencillo y asequible por sus seguidores, quienes dicen que "sabe escuchar”.
Básicamente, "es un hombre radical", apunta el profesor y ex diplomático cubano Carlos Alzugaray: "Su principal trayectoria ha sido dentro del partido, no dentro del gobierno. Él está en el plano de la lucha política, de la lucha ideológica".