Una desescalada poco a poco
Para que esta reanudación de las clases se lleve a cabo correctamente, el gobierno se apoya en la campaña masiva de detección del virus en niños y profesores.
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En los centros preescolares y de primaria, se desplegarán 400,000 test de saliva, con el objetivo de llegar a los 600,000 por semana de aquí a mediados de mayo.
"Vamos a subir en potencia en la detección", prometió el lunes en BFMTV Christophe Kerrero, rector de la región académica de París. Unos 17,000 test de saliva por semana estarán destinados a la capital a partir del 17 de mayo, el doble que a mediados de marzo, añadió.
Otra novedad en las pruebas de detección serán los autotest: el gobierno ha reservado 64 millones de estos dispositivos para los alumnos de más de 15 años, profesores y otro personal de enseñanza.
La reapertura de las escuelas es un primer paso de una desescalada "progresiva y prudente", como aboga el primer ministro, Jean Castex.
El gobierno quiere evitar que el país repita el mismo error de mediados de 2020, cuando salió del primer confinamiento prácticamente de golpe.
Para el resto de áreas, como la de los comercios no esenciales (bares y terrazas, entre ellas) y las culturales, el Ejecutivo pretende iniciar su apertura a mediados de mayo, aunque aguardará la evolución de la pandemia para confirmar el calendario.
Aunque Francia continúa con una alta tasa de incidencia (314 cada 100,000 habitantes) y tiene aún los hospitales saturados, el gobierno de Emmanuel Macron apuesta por el ritmo de vacunación para frenar la epidemia de manera sostenible.
Más del 21% de la población adulta ya ha recibido al menos una dosis y un poco más del 8% las dos necesarias.
Desde este sábado, además, se inició la administración al público prioritario de la vacuna de Jonhson & Johnson, la cuarta autorizada en Francia junto a las de Pfizer, Moderna y AstraZeneca.
Con información de AFP y EFE