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Joe Biden cumple 100 días al frente de EU: estos son sus logros y retos

El presidente duplicó su meta inicial de vacunación contra el COVID-19 e hizo que se aprobara un ambicioso paquete de recuperación. El racismo sistemático y la migración son sus grandes pendientes.
vie 30 abril 2021 05:04 AM
Las luces y sombras de Joe Biden en 100 días
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha usado los primeros 100 días al mando de su gobierno para mostrar su estilo de gobernar.

Joe Biden cumple 100 días como presidente de Estados Unidos. En estos poco más de tres meses, el político demócrata ha dejado claro que su gobierno tendrá my poco que ver con la administración del republicano Donald Trump.

Muy lejos de la imagen que el ex presidente pintaba de él, como un tipo lento y viejo, Biden ha mostrado una enorme disposición a hacer y proponer políticas públicas. Además ha regresado a su país al centro de las discusiones multilaterales más importantes, como el combate al cambio climático.

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"Biden ha aprovechado estos primeros 100 días para marcar su estilo", dijo a Expansión Gildardo López, académico de la Universidad Panamericana. "Biden mostró que no es un hombre mayor cansado".

Estos son algunos de los hechos que han marcado sus primeros meses en la Casa Blanca.

Vacunas, vacunas, vacunas

Una de las diferencias más marcadas entre la administración Trump y el gobierno actual, ha sido el enfoque a la pandemia de COVID-19. Mientras que el republicano se negó a usar cubrebocas en asistíos públicos y denostó la importancia de medidas como la sana distancia y los confinamientos, Biden impulso el uso de mascarillas y pidió a los estadounidenses que lo hicieran.

Además, el gobierno de Biden aceleró el ritmo de vacunación contra el COVID-19, al pesar de medio millón de dosis aplicadas al día, a más de 3 millones diarias. Al principio de su gobierno, Biden prometió que a estas altura, el país habría aplicado 100 millones de dosis. Esa meta fue alcanzada hace más de un mes y duplicada la semana pasada.

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A partir del 19 de abril, todos los mayores de 18 años pueden vacunarse. Como comparación, Alemania logrará algo similar hasta junio, más de dos meses después de Estados Unidos.

El miércoles el presidente pidió a todos los estadounidenses que superen las dudas y se vacunen cuanto antes, porque "cada pinchazo es una dosis de esperanza".

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Sin embargo, el país de más de 300 millones de habitantes aún está lejos de alcanzar la inmunidad de rebaño. De acuerdo con los Centros de Control y Prevención de enfermedades (CDC), el 43% de los estadounidenses ya han recibido al menos la primera dosis de la vacuna; mientras que el 29.5% de los adultos tienen el esquema de vacunación completo.

Un lado oscuro de este exitoso plan es el acaparamiento de vacunas. El gobierno de Estados Unidos ha sido cada vez más presionado para compartir sus dosis extra de vacunas con el mundo, especialmente con los países de ingresos bajos.

La semana pasada, Estados Unidos anunció que donará 60 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca —que no ha sido aprobada por las autoridades sanitarias de Estados Unidos— con otros país, aunque sin precisar cuáles serán los beneficiarios.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) aplaudió este anunció de Estados Unidos y dijo que las vacunas serán compartidas a través del mecanismo COVAX, una iniciativa de la OMS y Gavi para que los países más pobres tengan acceso a la inmunización.

"Parece ser que Biden quiere por fin llevar a cabo una diplomacia de las vacunas, a la cual se había negado Estados Unidos con Trump", apuntó Aribel Contreras, coordinadora de la licenciatura en Negocios Internacional de la Universidad Iberoamericana.

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México, que ya recibió 2.5 millones de dosis de la vacuna del laboratorio sueco-británico de parte de Estados Unidos, podría no estar entre los beneficiarios, apuntó Contreras.

El miércoles, Biden prometió que su país será un "arsenal de vacunas" para el resto del mundo y jugará un papel de liderazgo similar al que desempeñó durante la Segunda Guerra Mundial.

Una economía en recuperación

Otro de los grandes logros de Biden en esta materia fue la aprobación de un plan de recuperación económica. En marzo, los demócratas en el congreso aprobaron un plan de recate económico de 1.8 millones de dólares. Este plan incluyó otorgar ayudas de 1,400 dólares a todas las familias estadounidenses.

"Este plan de rescate económico puede ser muy positivo para México", dijo López, quien señaló que a la economía mexicana le va bien cuando crece la economía estadounidense. De hecho, ya han aparecidos los primeros signos de recuperación.

En el primer trimestre de 2021, el PIB de Estados Unidos creció un 6.4% en proyección anual (el crecimiento que tendría en 12 meses si continuara estable la coyuntura) por una recuperación del consumo y un aumento del gasto público, que reflejan la recuperación en marcha, según la primera estimación del Departamento de Comercio publicada este jueves.

Otro de los aciertos del presidente, según la profesora de la Ibero, es el análisis de las cadenas de suministro al interior de Estados Unidos.

Los principales retos en materia económica para Biden apenas comienzan. El demócrata presentó un ambicioso plan de infraestructura por 2.3 billones de dólares que espera aprobación del Senado, que se encuentra dividido 50-50 entre demócratas y republicanos.

Políticos de la talla de Mitch McConnell ya han manifestado su rechazo al plan de Biden, pues consideran que elevaría la deuda pública. Además algunos políticos republicanos y demócratas rechazan elevar los impuestos corporativos —clave para financiar el plan—, pues argumentan que ahuyentaría a los inversionistas.

Otra gran crítica de los republicanos es que el plan no se centra en las inversiones más tradicionales en infraestructura, como puentes y carreteras. "Más que construir un edificio bonito, Biden busca construir una infraestructura más integral", indica la profesora de la Ibero.

Los planes de infraestructura incluyen mejorar la conectividad a internet, invertir en la reconversión de edificios federales para hacerlos más sustentables, así como construir más hospitales y escuelas.

El gobierno de Biden, quien cuenta con una experiencia de 37 años como senador, ha iniciado las negociaciones bipartidistas para darle apoyo a sus planes.

Para Jenna Bednar, profesora de ciencia política en la Universidad de Michigan, Biden debe sobre todo convencer a los opositores y a los demócratas centristas que podrían dudar en apoyar sus colosales planes de que "sus proyectos son muy populares entre sus electores"

Estados Unidos está de vuelta

Aunque durante su gobierno Estados Unidos insistió mucho en su lema “Estados Unidos Primero”, lo cierto es que muchos de sus temas preferidos y prioritarios estuvieron centrados en la agenda exterior, pero “nada cuajó”, recuerda la académica la Ibero.

Desde el día 1 de su administración, Biden demostró que su objetivo en la agenda exterior sería mostrar que Estados Unidos está de regreso en la escena internacional. En primer lograr, firmó órdenes ejecutivas para que el país volviera al Acuerdo de París para el cambio climático y para que se revirtiera la salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Renovó sus alianzas con aliados tradicionales de Estados Unidos, como la Unión Europea y la OTAN. Hizo que su país iniciara las renegociaciones del acuerdo nuclear con irán, abandonado por su predecesor en 2018 y anunció el retiro definitivo de las tropas de Estados Unidos de Afganistán a más tardar el 11 de septiembre.

El 22 de abril, en el Día de la Tierra, Joe Biden organizó una cumbre virtual sobre el clima a la que acudieron 40 líderes mundiales, incluidos el presidente de China, Xi Jinping, y el mandatario de Rusia, Vladimir Putin. Durante la reunión, Biden anunció que Estados Unidos buscaría la neutralidad cero para 2050 y una reducción del 52% de su emisión de gases de efecto invernadero para 2030.

Tras este gran evento, el sábado cumplió una promesa emblemática de la campaña: utilizó la palabra "genocidio" para referirse a la muerte de 1,5 millones de armenios masacrados por el Imperio Otomano en 1915.

Ninguno de sus predecesores se había atrevido, temiendo la fuerte reacción de Turquía: Barack Obama también se había comprometido a hacerlo, pero se echó atrás una vez instalado en el Despacho Oval.

La violencia armada y el racismo: los lastres de la política doméstica

"Joe Biden no es el Superman que viene a salvar a Estados y al mundo", dijo Contreras. Y es que mientras tuvo muchos éxitos en el combate en la pandemia y en la recuperación económica, otros problemas latentes en Estados Unidos han resurgido.

Durante abril y marzo, una serie de tiroteos masivos que dejaron decenas de maestros y heridos regresaron el tema del control de armas a la agenda pública.

Más de 43,000 personas, incluyendo suicidas, murieron por armas de fuego en 2020 en el país, según el sitio Gun Violence Archive.

La violencia con armas de fuego "hiere el alma" de la nación estadounidense, lamentó el 16 de abril, tras un tiroteo en Indianapolis que dejó ocho muertos. "Demasiados estadounidenses mueren cada día por la violencia de las armas", lamentó el presidente demócrata en un comunicado.

El 8 de abril, Biden presentó un plan para el control de armas. El proyecto busca prevenir la propagación de las llamadas "armas fantasma" —de fabricación artesanal, a veces con impresoras 3D— que son imposibles de rastrear en caso de ser utilizadas en un crimen, entre otros puntos.

El mandatario estadounidense además dijo ser partidario de un control de antecedentes más estricto para los compradores de armas de fuego en tanto apoya la prohibición de los rifles de tipo militar como el AR-15.

En este tema su impotencia podría quedar pronto patente. Por último, en el espinoso tema de la inmigración, Joe Biden ha estado a la defensiva desde que asumió el cargo.

Otro tema que saltó a la agenda fue la violencia contra los asiáticoamericanos.

En un ataque en Atlanta, Georgia, ocho personas —incluidas seis mujeres de origen asiático— fueron asesinadas. Aunque el autor negó tener una motivación racista, dio espacio a miles de denuncias sobre el aumento de la violencia contra esta minoría desde el inicio de la pandemia de COVID-19, al que Trump llamaba "virus chino".

Pero Black Lives Matter siguió como el principal tema por la igualdad étnica. Derek Chauvin, el policía blanco que mató al afroamericano George Floyd, fue declarado culpable y condenado a 40 años de prisión. Durante los días del juicio, a pocos kilómetros de los juzgados, la policía de Minneapolis mató a un afroestadounidense de 22 años, Daunte Wrigth.

El día de la sentencia contra Chauvin, el Departamento de Justicia anunció que investigará al departamento de policía de Minneapolis, en un gesto que muestra el interés del gobierno de Biden en el tema.

Tanto López como Contreras coinciden en que tratar de reconciliar a la población estadounidense, así como disolver a los grupos supremacistas blancos, será uno de los principales retos de Biden en los próximos años.

Crisis migratoria

Joe Biden inició su gobierno con una promesa de un sistema migratorio más justo. Desde el día uno de su administración, presentó una propuesta de ley migratoria que permitiría a gran parte de los 11 millones de migrantes sin documentos en Estados Unidos, inciado por los dreamers —los migrantes llegados a Estados Unidos en la infancia—, los beneficiarios de un estatus especial de protección (TPS) y los trabajadores agrícolas.

El plan se ha visto opacado por la llegada masiva de niños no acompañados a la frontera sur. En la única gran diferencia práctica con el gobierno de Donald Trump en materia migratoria, Biden ha ordenado que los niños sean contactados y entregados con sus familiares en Estados Unidos, y no deportados a México como se hacia hasta noviembre de 2020.

En marzo, la cantidad de migrantes detenidos a la frontera sur de Estados Unidos subió 71% con respecto al mes anterior, para un total de 172.331 personas, tocando un máximo en 15 años.

Los republicanos han usado esto como pretexto para atacar a Biden, señalando que la situación en la frontera sur está fuera de control. El presidente ha dicho que la oleada de migrantes es similar a las vividas con Trump.

Joe Biden instó en su primer discurso ante el Congreso a que el Legislativo apruebe este año una normativa que otorgue protección a los dreamers.

En el mensaje el mandatario demócrata también llamó a dar protección a los migrantes beneficiados con un TPS para personas originarias de países que sufren catástrofes naturales o violencia política.

Además Biden pidió además que se les de una vía para llegar a la ciudadanía a los trabajadores agrícolas que "ponen la comida sobre la mesa".

"Los inmigrantes han hecho tanto por Estados Unidos durante la pandemia y a lo largo de la historia", afirmó Biden. "Deberíamos actuar, debatamos, pero actuemos", indicó el mandatario demócrata.

En la Cámara de Representantes ya aprobó dos leyes migratorias para los dreamers y para trabajadores agrícolas, pero estas normativas tienen magras posibilidades en el Senado.

"Vamos a terminar esta agotadora guerra sobre la inmigración. Los políticos han hablado sobre reforma migratoria y no hemos hecho nada. Ahora es hora de arreglarlo", afirmó Biden, cuya magra mayoría en ambas cámaras le obliga a tener el apoyo de políticos republicanos para tramitar muchas iniciativas.

Biden destacó que si se quiere abordar el problema de raíz se debe mirar por qué las personas huyen de El Salvador, Honduras y Guatemala y llegan a la frontera, escapando de la violencia y los desastres naturales como huracanes y erupciones.

En ese sentido encomendó a la vicepresidenta Kamala Harris atender la creciente llegada de migrantes del Triángulo Norte centroamericano a la frontera.

Harris, que prevé viajar a Guatemala en junio para tratar el tema, indicó el martes que el gobierno busca "una estrategia integral" para abordar los "factores agudos" que hacen que la gente deje sus hogares como la violencia, la corrupción, la pobreza, la falta de oportunidades económicas, el impacto del cambio climático.

Más tensión con Rusia y China

En la política exterior, Biden dejó muy clara su postura respecto a Rusia y China. Ha calificado al presidente ruso como un “asesino”, mientras que insiste en que el gigante asiático es el principal competidor de Estados Unidos.

Biden ha sostenido duras llamadas telefónica tanto con Putin como con Xi.

En el caso de Rusia, Estados Unidos ha intervenido a abiertamente para pedir el fin de las hostilidades a Ucrania. Además, el gobierno estadounidense anunció una serie de sanciones internaciones contra Rusia, por su supuesta interferencia en las elecciones de Estados Unidos en 2020 y sus acciones en Crimea.

Citando al ex secretario de Estado Henry Kissinger, Contreras dijo que Biden debe recordar que el mundo es muy diferente al que dejó como vicepresidente en 2017, por lo que no puede creer que Estados Unidos será la potencia hegemónica de nuevo.

"El mundo es distinto, ya no vivimos más en un mundo unipolar. Vivimos en un mundo multipolar en el que Estados Unidos es solo un actor más", concluyó la académica.

Con información de AFP y EFE

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