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¿Quién es Krystsina Tsimanouskaya, la velocista bielorrusa refugiada en Polonia?

La atleta debía competir el lunes en las eliminatorias de los 200 metros en Tokio, pero su entrenador le dijo que tenía que irse por haber criticado a los dirigentes bielorrusos.
mié 04 agosto 2021 12:42 PM
 La atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya se ha convertido en una de las protagonistas de Tokio 2020. Lamentablemente, no lo ha sido por su desempeño en la pista. La mujer de 24 años se encuentra en medio de un drama diplomático, que involucra al gobierno de su país, a Polonia y Austria.
Krystsina Tsimanouskaya llegó este miércoles en un vuelo directo desde Tokio al aeropuerto internacional de Viena desde donde viajará a Varsovia, la capital de Polonia.

La atleta bielorrusa Krystsina Tsimanouskaya se ha convertido en una de las protagonistas de Tokio 2020. Lamentablemente, no lo ha sido por su desempeño en la pista. La mujer de 24 años se encuentra en medio de un drama diplomático, que involucra al gobierno de su país, a Polonia y Austria.

Tsimanouskaya debía participar el lunes en las pruebas eliminatorias de los 200 metros libres, pero un día antes aseguró que era llevada por la fuerza al aeropuerto para dejar la capital japonesa. Esto es lo que sabemos del caso.

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Expulsada de Tokio por protestar

La atleta aseguró haber sido forzada a suspender su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio por el seleccionador del equipo bielorruso Yuri Moïseïevitch antes de ser acompañada al aeropuerto por responsables del comité olímpico nacional bielorruso para ser devuelta a su país.

Tsimanouskaya, la atleta bielorrusa que busca asilo ante la represión en su país

"Me dijeron que tenía que irme para que todo el mundo estuviese tranquilo y continuar con la competición" para Bielorrusia, afirmó la atleta este domingo en una entrevista al medio de internet by.tribuna.com.

La velocista teme ser encarcelada si regresa a su país, que en el último año ha visto miles de detenciones y exilios forzados de opositores, así como la liquidación de muchas ONG y medios independientes. "No regresaré a Bielorrusia", dijo a Reuters en ese momento.

"Tengo miedo de que puedan meterme en la cárcel", declaró al medio en línea by.tribuna.com.

"Pido al Comité Olímpico Internacional que me ayude, me han presionado y tratan de hacer que abandone el país sin mi acuerdo", escribió la atleta en un mensaje en Instagram. "Pido la intervención del COI", insistió.

El Comité Olímpico Bielorruso dirigido por Viktor Lukashenko, hijo del presidente del país Alexander Lukashenko, aseguró en un comunicado que la deportista tuvo que suspender su participación en los Juegos "por decisión de los médicos, debido a su estado emocional y psicológico”.

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Una declaración calificada de "mentira" por la atleta frente a la prensa, en el aeropuerto de la capital japonesa.

"Teníamos señales que algo pasaba con esta chica", criticó el técnico Yuri Moisevitch, quien dijo a la televisión estatal bielorrusa que la atleta había "convertido su aparición en Tokio en un escándalo grandioso"

Krystsina Tsimanouskaya criticó con dureza a la Federación Bielorrusa de Atletismo, al señalar que había sido obligada a participar en el relevo de 4x400 metros, cuando inicialmente debía correr las pruebas de 100 y 200 metros, debido a la cantidad insuficiente de tests antidopaje efectuados por otros dos atletas bielorrusos.

"¿Por qué nosotros debemos pagar sus errores? (...) ¡Es arbitrario!", posteó indignada la velocista en Instagram. "Jamás hubiera reaccionado de esta forma tan severa si me lo hubieran adelantado, explicado la situación completa y pedirme si podía correr los 400 metros. Pero decidieron hacer todo a mis espaldas", añadió en otro posteo.

Ambas declaraciones ya no estaban disponibles este domingo en su cuenta de Instagram.

La joven apenas era conocida antes de este caso, pero había expresado públicamente su simpatía por el movimiento anti-Lukashenko.

Ella fue una de las más de 2,000 figuras del deporte de Bielorrusia que firmaron una carta abierta pidiendo nuevas elecciones y la liberación de los presos políticos.

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Asilo político en Polonia

La Fundación Bielorrusa de Solidaridad Deportiva, que reveló este asunto el domingo, anunció entonces que la deportista estaba considerando solicitar asilo político en la embajada de Austria en Tokio.

"Hasta ahora no ha habido ningún contacto entre la atleta mencionada y la embajada de Austria en Tokio”, dijo el lunes a la agencia AFP un portavoz del ministerio austriaco de Asuntos Exteriores.

Polonia fue el primer país en ofrecerse a recibir a la atleta, mientras que el Comité Olímpico Internacional ha abierto una investigación para esclarecer el caso.

"Polonia hará lo que sea necesario para ayudarla a continuar su carrera deportiva", escribió en su cuenta deTwitter el viceministro polaco de Relaciones Exteriores, Marcin Przydacz, cuyo país acoge a muchos disidentes bielorrusos.

Tsimanouskaya llegó a la embajada de Polonia el lunes tras pasar una noche en un hotel del aeropuerto, luego de que pidió ayuda para evitar lo que denunció como un intento de su equipo de obligarla a regresar a su país.

El primer ministro Mateusz Morawiecki denunció en la red Facebook el "intento criminal de secuestrar a la atleta" y "la agresión cometida por los servicios bielorrusos" durante los Juegos. El premier polaco dijo el martes que conversó con la "valiente" Tsimanouskaya, quien "actualmente está siendo cuidada y a salvo".

Su marido, Arseni Zdanevitch, contactado por teléfono por la AFP, dijo el lunes que había ido a Ucrania debido al conflicto entre su esposa y las autoridades bielorrusas, que amenazaban la "seguridad" de la pareja. Tiene previsto reunirse con ella en Polonia.

La deportista llegó este miércoles en un vuelo directo desde Tokio al aeropuerto internacional de Viena, donde, escoltada por la policía como medida de seguridad, espera proseguir su viaje a Varsovia.

Tras el aterrizaje a las 15:08 hora local (13:08 GMT) del vuelo OS 052 de la compañía Austrian Airlines (AUA), la velocista de 24 años fue trasladada en una furgoneta, acompañada de una patrulla de la policía, a una zona de tránsito aislada del aeródromo, según presenció Efe sobre el terreno.

En una sala VIP fue recibida por el Secretario de Estado Magnus Brunner.

"Para nosotros, la máxima prioridad es que Kristina Timanovskaya esté ahora a salvo. Eso es lo fundamental", dijo el ministro de Asuntos Exteriores de la república alpina, el conservador Alexander Schallenberg, en una declaración enviada a la agencia local APA.

Si la atleta encontrará finalmente protección en Polonia, Austria u otro lugar "está por ver y también depende de ella" (...) En cualquier caso, Austria está dispuesta a ayudarla, añadió.

Previamente, un portavoz del aeropuerto había confirmado a Efe que la deportista tenía previsto permanecer pocas horas en Viena, pues tomaría otro vuelo a Polonia, país que le ha concedido un visado humanitario.

"No hay nada para la prensa, no habrá contacto con ella, y sigue hacia Varsovia", dijo la fuente.

El viceministro de Exteriores polaco, Marcin Przydacz, aseguró en su cuenta en Twitter que la corredora "está bajo el cuidado del servicio diplomático polaco".

"Como se ha dejado claro en numerosas ocasiones, debido a razones de seguridad no difundiremos detalles del vuelo", añadió.

Los medios nipones habían informado esta mañana de que Tsimanouskaya se disponía a volar a Varsovia desde Tokio, pero el itinerario del vuelo fue cambiado por los diplomáticos polacos en el último momento, por motivos de seguridad.

Bielorrusia, sin lugar para la oposición

El incidente ha centrado la atención en Bielorrusia, donde la policía ha reprimido a la disidencia tras la ola de protestas desencadenadas por las elecciones del año pasado que, según la oposición, fueron manipuladas para mantener a Aleksander Lukashenko en el poder.

La opositora bielorrusa en el exilio, Svetlana Tijanóvskaya acusó a los responsables olímpicos de su país de intentar "secuestrar" a la atleta.

"Ni un solo bielorruso que haya cruzado las fronteras del país está a salvo, porque podrían intentar secuestrarlo", escribió en Telegram el domingo, pidiendo sanciones internacionales más fuertes contra Minsk.

El movimiento de protesta de 2020 en Bielorrusa, que reunió durante meses a decenas de miles de manifestantes, entre ellos conocidos deportistas, fue embridado a golpe de detenciones masivas, a veces con torturas, y de exilio forzoso para sus líderes.

Bielorrusia, una antigua república soviética, es gobernada con mano de hierro por Alexander Lukashenko desde 1994.

En mayo, las autoridades bielorrusas habían detenido a un periodista opositor en el exilio, Roman Protassevitch, desviando un vuelo de Ryanair en la ruta de Grecia Lituania en el que viajaba, causando unas protestas internacionales.

Esta es la razón detrás de la cautela de las autoridades polacas y el exilio bielorruso sobre la información de los vuelos que está tomando la atleta.

Las autoridades bielorrusas han dicho que los manifestantes antigubernamentales son revolucionarios criminales respaldados por Occidente, y describieron las acciones de sus propios organismos encargados de hacer cumplir la ley como apropiadas y necesarias.

Vitaly Shishov, un activista bielorruso que vive en el exilio en Ucrania, fue encontrado ahorcado en un parque cerca de su casa en Kiev el martes más temprano, y la policía ucraniana inició una investigación por asesinato. Dirigía una organización que ayuda a los bielorrusos que huyen de la persecución.

La policía ucraniana dijo que abrió una investigación criminal y que no descarta que se trate de un "asesinato disfrazado de suicidio".

Con información de AFP, EFE y Reuters

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