La situación que se vive actualmente en Gran Bretaña es resultado de la falta de conductores de carga pesada que se vive en el país. El día de ayer, BP anunció que tendría que cerrar algunas de sus gasolineras al no tener producto que despachar. Un día después se pueden ver las consecuencias: las estaciones que continúan abiertas ya presentan filas.
“Estamos experimentando problemas en el suministro de combustible en algunas de nuestras estaciones comerciales, por lo desafortunadamente nos hemos visto obligados a cerrar temporalmente un puñado de estaciones”, dijo a EFE un portavoz de BP.
La compañía señaló que se encontraba en contacto con su proveedor de transporte con la finalidad de “minimizar las interrupciones y asegurar entregas eficientes” a su red.
Por otro lado, Esso, de ExxonMobil, dijo que algunos de sus establecimientos de Tesco Alliance también se habían visto afectados por la situación.
La pandemia, que se ha traducido en el cierre durante meses de centros de formación de nuevos conductores, es la "principal causa", de la situación.
El gobierno hace un llamado a mantener la calma
El gobierno británico intentó tranquilizar este viernes a sus ciudadanos ante la escasez de suministro de combustible, que se suma a las consecuencias por la falta de conductores de camiones.
“Moveremos cielo y tierra para hacer todo lo posible para garantizar que la escasez de conductores de vehículos pesados se reduzca”, compartió con Sky News el ministro de Transportes, Grant Shapps.
Además, dijo que las personas deben evitar las compras de pánico del combustible, pues saturar las estaciones que sí están despachando sólo empeorará la situación.