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¿Por qué los compromisos de la COP26 se quedan cortos?

La ONU dice que los países deben reducir sus emisiones siete veces más rápido para limitar el calentamiento a +1.5 grados centígrados.
mié 10 noviembre 2021 05:04 AM
Planeta tierra derritiéndose y una mano sosteniendo un termómetro sobre fondo rojo.
Con todas las promesas realizadas en Glasgow, las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 2030 seguirán siendo aproximadamente el doble de lo necesario para el límite de 1.5 °C.

La COP26 ha tenido, a dos días de su cierre, resultados decepcionantes. Todos los nuevos compromisos nacionales de recortar emisiones de carbono tendrían un efecto mínimo en el calentamiento, que seguiría encaminado a +2,7°C, o como mucho a +2,1°C, según la última estimación de la ONU, publicada el martes.

En su informe anual de referencia, publicado en octubre, antes de la conferencia sobre el clima de Glasgow, del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señalaba que sumando todos los compromisos nacionales el planeta se dirigía hacia un calentamiento "catastrófico" de +2,7°C, o de +2,2°C si se agregan los objetivos de neutralidad de anunciados por varios países.

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Esto está muy lejos del objetivo del Acuerdo de París de 2015, consistente en limitar el aumento de la temperatura media global por debajo de +2°C, y si es posible a +1.5°C, respecto a la era preindustrial.

Y advirtió que los países deben reducir sus emisiones siete veces más rápido para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París.

Durante la primera semana de la COP26, o justo antes, 33 países anunciaron nuevos compromisos, entre ellos Brasil, Argentina e India —cuarto mayor emisor mundial— que aspira a la neutralidad de carbono para 2070.

Pero todas estas promesas sólo cambian marginalmente el resultado final que, según las cifras publicadas el martes por el PNUMA, seguiría siendo "muy similar".

Esfuerzos insuficientes

Según una estimación de la plataforma científica Climate Action Tracker , el planeta se dirige “al menos” a una alza de las temperaturas de 2.4 ºC al final del siglo respecto a los valores preindustriales.

La actualización de los datos de esa plataforma independiente, que desde 2009 mide las emisiones de gases de efecto invernadero, apunta a que "con todas las promesas de objetivos, incluidas las realizadas en Glasgow, las emisiones globales de gases de efecto invernadero en 2030 seguirán siendo aproximadamente el doble de lo necesario para el límite de 1.5 °C".

La "brecha" a corto plazo entre lo necesario y lo proyectado para el final de esta década se ha reducido "en solo un 15-17 % durante el último año", lo que entraña que "sólo con las promesas de 2030, sin objetivos a más largo plazo, el aumento de la temperatura global será de 2.4 ° C en 2100", indica el informe.

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El estudio añade que con las políticas actuales, no con las propuestas aún por materializarse, el aumento a final de siglo "es aún mayor" y llegaría a 2.7 ºC "con sólo una mejora de 0.2 ºC durante el último año y casi un grado por encima de los anuncios netos de cero que han hecho los gobiernos".

Con los compromisos anunciados desde el pasado abril, los objetivos a largo plazo reducirían el aumento de las temperaturas en 0.3 ºC, hasta los 2.1 grados a final de siglo.

Esto se debe "principalmente" a la inclusión de metas de cero emisiones netas por parte de Estados Unidos y China, ahora formalizadas en sus estrategias a largo plazo presentadas a la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Si se cumplieran todas las promesas y compromisos de cero emisiones netas hacia 2050, agrega el informe, se podría llegar a un aumento de 1.8 ºC a final de siglo, una estimación que "está lejos de ser una noticia positiva".

"Esta vía 'optimista' está muy lejos del límite de 1.5 ° C", señala el informe, que recuerda que el Acuerdo de París comprometía a un calentamiento máximo de 1.9 grados, con el objetivo de limitarlo a un grado y medio.

Señala, además, que existen "un 16 % de posibilidades de superar un calentamiento de 2.4 ° C" al llegar al siglo XXII.

"Hay una brecha de casi un grado entre las políticas actuales del gobierno y sus objetivos netos cero", señala en el informe el director ejecutivo de Climate Analytics, Bill Hare, una de las dos organizaciones socias de Climate Action Tracker.

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Falta de transparencia

Hasta ahora, más de 140 gobiernos han anunciado metas netas cero, que cubren el 90% de las emisiones globales. Pero el análisis de 40 países de Climate Action Tracker, que cubren el 85% de las emisiones, arroja que "sólo una pequeña cantidad" son calificadas como "aceptables" y aportan hojas de ruta para alcanzar el objetivo.

Algunos de los grandes emisores, como Estados Unidos y la Unión Europea —segundo y tercero mundial respectivamente—, tienen planes relativamente exhaustivos sobre cómo lograr cero emisiones netas en 2050.

Otros, principalmente China —primer emisor de gases de efecto invernadero— no han publicado detalles sobre cómo piensan hacerlo.

Australia, otro gran emisor, reveló en octubre la meta de alcanzar la neutralidad de carbono en 2050, pero el plan fue criticado por falta de detalles y depender de avances tecnológicos aún desconocidos.

"Dada la falta de transparencia de las promesas (...), la ausencia de un mecanismo de información y verificación, y el hecho de que muy pocas de las promesas para 2030 ponen a los países claramente en la senda de la neutralidad de carbono, sigue siendo incierto que se logren estos objetivos de neutralidad de carbono", señaló el PNUMA.

Los expertos de Climate Action Tracker señalaron que la "inacción" viene impulsada esencialmente por el gas y el carbón, por lo que pidieron que la hulla quede "fuera del sector energético para 2030 en (los países de) la OCDE, y globalmente para 2040”.

En Glasgow, Reino Unido, más de 40 países se comprometieron a eliminar el uso de carbón en las próximas décadas.

Compromiso para dejar de invertir en energías fósiles en la COP26

Australia, uno de los mayores productores de Carbón del mundo, no firmó el compromiso, al igual que otros grandes países consumidores de carbón como China y Estados Unidos.

"Hemos dicho muy claramente que no cerraremos minas de carbón y no cerraremos plantas energéticas a carbón", dijo el ministro australiano de Recursos, Keith Pitt, a la red nacional ABC. El ministro sostuvo que la demanda de carbón crecerá hasta 2030. "Si no ganamos ese mercado, otros lo harán", indicó.

Los especialistas señalaron además que los grandes consumidores de carbón —China, India, Indonesia y Vietnam— no pueden sustituirlo por gas, como pretende la industria gasística.

Con información de AFP y EFE

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