Este llamado ocurre cuatro meses después de las históricas y espontáneas manifestaciones del 11 de julio, que dejaron un muerto, decenas de heridos y 1,270 personas detenidas, de las cuales 658 siguen en prisión, según la ONG de defensa de derechos humanos Cubalex.
Los manifestantes llamaron a vestir de blanco y en caso de no poder salir a protestar colgar sábanas blancas en los balcones.
Este lunes, Yunior García, fundador del Archipiélago, seguía bloqueado en su casa por agentes de la Seguridad, luego de que el domingo fue impedido de salir a marchar solo con una rosa blanca en la mano, como pretendía hacerlo por temor a la violencia que pudiera generarse.
El dramaturgo de 39 años se ha convertido en el último año en punta de lanza de una nueva generación de disidentes cubanos impulsada por el auge de las redes sociales.
El regreso a la normalidad
Para Cuba, hoy es un día en el que celebra el regreso de los niños a la escuela y de los turistas a la isla, tras meses de cierre de las fronteras del país y de las escuelas debido a la pandemia del coronavirus. También están programadas las celebraciones por el 502 aniversario de La Habana.
"Así amanece Cuba el 15 de noviembre, con más de 700,000 pioneros [alumnos] en las aulas, recibiendo amigos, familiares y turistas, reactivando el quehacer productivo, disminuyendo los casos de COVID-19", dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en Twitter.
El mandatario asistió muy temprano a la reinauguración del curso escolar en una escuela de Ciudad Libertad, un área del oeste de La Habana que en el pasado fue un cuartel militar, ahora convertida en zona escolar.
Díaz-Canel denunció el domingo la intención de "subvertir el orden interno" y "campañas mediáticas contra Cuba", prometiendo que "Cuba va a vivir en paz". El lunes varios funcionarios postearon en redes sociales fotos de las calles de la isla asegurando que reina la calma.
Pero la isla vive su peor crisis económica en casi 30 años, que ha generado una grave escasez de alimentos y medicinas, así como un creciente descontento social.
Las autoridades acusan a los organizadores de la protesta de ser agentes entrenados y financiados por Estados Unidos para provocar un cambio de régimen. Por ese motivo prohibieron la manifestación y los amenazaron con sanciones penales.
Una advertencia disuasoria, luego de que sentencias de hasta 30 años de cárcel han sido solicitadas para algunos de los manifestantes presos por el 11 de julio, según medios de comunicación independientes cubanos.