"Ante un posible empeoramiento de la situación hemos decidido prohibir las nuevas entradas desde todos los países del mundo como medida preventiva y urgente", anunció este lunes el primer ministro nipón, Fumio Kishida, en declaraciones a los medios, tras celebrar una reunión de emergencia con su Gabinete.
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Una medica preventiva y temporal
El cierre casi total de fronteras estará en vigor a partir de este martes 30, y constituye "una medida anormal y temporal hasta que se aclare la situación por la nueva cepa", dijo Kishida, quien señaló la necesidad de "tomar todas las precauciones posibles ante un riesgo desconocido".
Japón ya había decidido en los últimos días endurecer las condiciones de entrada desde nueve países en los que se había detectado la nueva variante (Sudáfrica, Botsuana, Suazilandia, Lesoto, Namibia, Zimbabue, Mozambique, Malaui y Zambia).
En el país asiático no se ha identificado por ahora ningún contagio por la nueva variante del SARS-CoV-2, aunque se está analizando un positivo en una persona procedente de Namibia para determinar si podría tratarse de la cepa ómicron, según dijo Kishida.
El cierre fronterizo afectará a las personas que tenían previsto viajar a Japón con visados de estudiante, de negocios o como profesionales en prácticas, permisos de entrada todos ellos que volverán a quedar en suspensión durante un período de al menos un mes, según detallaron funcionarios del Ejecutivo nacional.