Padecer por primera vez una infección por alguna de las variantes de COVID-19 anteriores a Delta puede llevar a una enfermedad grave con más probabilidad que tras una reinfección, según lo descrito por un nuevo estudio publicado en el New England Journal of Medicine.
Hay menor riesgo de enfermedad grave tras reinfección de COVID
Los investigadores de la Weill Cornell Medicine-Qatar compararon los resultados de dos olas consecutivas de contagios de COVID-19 entre enero y mayo de 2021, en Catar, y examinaron el riesgo de casos graves, enfermedades críticas y mortal causada por infecciones primarias, en comparación con las causadas por reinfecciones.
En un universo de 353,326 personas, se identificaron 1,304 reinfecciones, de las cuales el 31.7% fueron causadas por la variante Beta, el 4.4% por la variante Alfa y 16.3% por la cepa primaria del SARS-CoV-2. Mientras que el resto de cepas causantes de las reinfecciones careció de identificación.
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En promedio, pasaron 277 días entre la primera infección de coronavirus y la reinfección. Sin embargo, las probabilidades de enfermedad grave fueron menores durante los casos de reinfección.
De hecho, por cada 28 casos de enfermedad crítica causados por infección primaria, no se produjo ningún caso tras las reinfecciones. Además, por cada siete casos de muerte por infección primaria, no se produjeron decesos por COVID-19 tras la infección.
¿Cuánto dura la inmunidad después de tener COVID?
Esto sugiere que el cuerpo mantiene una protección relativamente prolongada, de 277 días, contra enfermedades graves, después de una primera infección de COVID. Sin embargo, aún no se sabe cuánto puede durar esta condición de inmunidad.
"Es necesario determinar si dicha protección contra la enfermedad grave en el momento de la reinfección dura un período más largo, análogo a la inmunidad que se desarrolla contra otros coronavirus estacionales del 'resfriado común”, indicaron los autores del estudio .
Además, el análisis está limitado a una población específica, por lo cual se necesitaría revisar la evidencia en otros países, en un periodo de tiempo más largo y el impacto de las nuevas variantes de COVID, para tener una mejor respuesta sobre el tiempo de protección que puede generar el cuerpo.