Los documentos presentados hoy prohíben a Estados Unidos establecer bases militares en todos las antiguas repúblicas soviéticas que no formen parte de la OTAN, utilizar las infraestructuras "para cualquier actividad militar" e incluso "desarrollar cooperación militar bilateral" con esos Estados.
Todos los miembros de la Alianza Atlántica se comprometerían a no ampliar la OTAN y a no llevar ninguna "actividad militar sobre el territorio de Ucrania ni en los demás países de Europa del este, del Cáucaso del sur y de Asia central".
Jen Psaki descartó el viernes cualquier "compromiso" porque "todos los países tienen derecho a decidir su propio futuro y su política extranjera sin estar sometidos a la influencia exterior".
"Irreales"
La ampliación de la OTAN a ex repúblicas soviéticas como Ucrania y Georgia (candidatas actualmente) es una línea roja para Rusia.
A preguntas de la AFP, el analista ruso Konstantin Kalatshev considera que las propuestas presentadas el viernes eran "irreales". "Estados Unidos las verá como un golpe de propaganda, de comunicación, para desviar la atención de las acciones de Moscú y centrarla en las de la OTAN", afirmó.
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"Para Rusia, es importante mostrar que la amenaza no viene de ella, y que no tiene intención de atacar Ucrania o de comenzar una guerra con Estados Unidos", añadió.
Moscú se anexionó la península ucraniana de Crimea y se sospecha de su apoyo a los separatistas prorrusos del este de Ucrania en una guerra que dejó cerca de 13.000 fallecidos desde 2014. Además, venció con facilidad a Georgia en 2008.