El doctor Gérard Guillaume, uno de sus colaboradores más cercanos, confirmó su muerte, según el diario español El Mundo.
Montagnier era uno de los defensores de la hipótesis de que el virus que causa el COVID-19 se "escapó" de un laboratorio cuando se investigaba una vacuna contra el sida.
Después su discurso antivacunas, mezclado con teorías de la conspiración, le restó el prestigio que se había ganado gracias a sus aportes para la identificación del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), en 1983.
Trayectoria de Montagnier
Entre 1980 y 1984, Montagnier y su equipo del Pasteur aislaron numerosos retrovirus humanos de pacientes con infecciones sexuales, hemofílicos, madres que lo habían transmitido a sus hijos y personas infectadas en transfusiones.
En 1983 consiguieron aislar un virus al que inicialmente llamaron VAL (virus asociado a linfoadenopatía), y que después se identificó como virus causante del Sida y se denominó VIH (virus de inmunodeficiencia humana).
Montagnier presentó además una prueba de sangre capaz de detectar los anticuerpos de dicho virus y, en colaboración con los doctores Jean-Claude Chermann y Francoise Barré-Sinoussi, publicó una obra en la que describían el virus.
En 1984, sin embargo, el norteamericano Robert Gallo reclamó para su equipo la autoría del descubrimiento del VIH, lo que dio lugar a una controversia que se prolongó varios años y que se zanjó con el reconocimiento de ambos como padres de dicho hallazgo.