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El ejercicio después de la vacuna COVID refuerza su eficacia, asegura estudio

El estudio, elaborado por la de la Universidad Estatal de Iowa, señala que aunque la eficacia de la vacuna varía en cada persona, en quienes realizan ejercicio después de recibirla es más efectiva.
vie 18 febrero 2022 11:47 AM
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De acuerdo al estudio, el ejercicio no aumentó los efectos secundarios después de la vacunación contra el COVID-19.

La vacunación es la medida de salud pública más eficaz conocida para combatir el virus del SARS-CoV-2, causante del COVID-19, así lo han señalado organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero sabías que puede ser más eficaz gracias a un aliado: el ejercicio.

De acuerdo con un estudio realizado por investigadores de la Universidad Estatal de Iowa en Estados Unidos, el ejercicio después de la vacunación contra la influenza o el COVID-19 aumenta los anticuerpos.

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La conclusión es el resultado del monitorearon del efecto de 90 minutos de ejercicio de intensidad leve a moderada, como caminar o trotar, en pacientes que acababan de recibir la inmunización contra influenza H1N1, influenza estacional y COVID-19.

“El ejercicio se realizó después de la vacunación contra la influenza o después de la primera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19” señala la publicación de los resultados del estudio.

Las personas que realizaron ejercicio luego de haber sido vacunadas, produjeron más anticuerpos que aquellos que no lo hicieron en las siguientes cuatro semanas.

“Estos hallazgos sugieren que los adultos que hacen ejercicio regularmente pueden aumentar la respuesta de anticuerpos a la vacuna contra la influenza o el COVID-19 al realizar una sola sesión de ejercicio de intensidad baja a moderada después de la inmunización”, aseguraron los científicos.

Además, apuntaron que el ejercicio no aumentó los efectos secundarios después de la vacunación contra el COVID-19.

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¿Cómo actúan las vacunas?

De acuerdo con la OMS, las vacunas ponen en marcha las defensas naturales del organismo y, de ese modo, reducen el riesgo de contraer enfermedades. Actúan desencadenando una respuesta de nuestro sistema inmunitario, que:

  • Reconoce al microbio invasor (por ejemplo, un virus, como el COVID-19 o una bacteria);
  • Genera anticuerpos, que son proteínas que nuestro sistema inmunitario produce naturalmente para luchar contra las enfermedades;
  • Recuerda la enfermedad y el modo de combatirla. Si, en el futuro, nos vemos expuestos al microbio contra el que protege la vacuna, nuestro sistema inmunitario podrá destruirlo rápidamente antes de que empecemos a sentirnos mal.

"Nuestro sistema inmunitario está diseñado para recordar. Tras la administración de una o más dosis de una vacuna contra una enfermedad concreta, quedamos protegidos contra ella, normalmente durante años, décadas o incluso para toda la vida. Por eso las vacunas son tan eficaces: en vez de tratar una enfermedad cuando esta aparece, evitan que nos enfermemos".

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