La conclusión es el resultado del monitorearon del efecto de 90 minutos de ejercicio de intensidad leve a moderada, como caminar o trotar, en pacientes que acababan de recibir la inmunización contra influenza H1N1, influenza estacional y COVID-19.
“El ejercicio se realizó después de la vacunación contra la influenza o después de la primera dosis de la vacuna Pfizer-BioNTech COVID-19” señala la publicación de los resultados del estudio.
Las personas que realizaron ejercicio luego de haber sido vacunadas, produjeron más anticuerpos que aquellos que no lo hicieron en las siguientes cuatro semanas.
“Estos hallazgos sugieren que los adultos que hacen ejercicio regularmente pueden aumentar la respuesta de anticuerpos a la vacuna contra la influenza o el COVID-19 al realizar una sola sesión de ejercicio de intensidad baja a moderada después de la inmunización”, aseguraron los científicos.
Además, apuntaron que el ejercicio no aumentó los efectos secundarios después de la vacunación contra el COVID-19.