Las píldoras, la forma más común de anticoncepción en EU, requieren receta médica desde hace mucho tiempo.
Los estudios han demostrado que más del 50 % de aproximadamente 6,1 millones de embarazos en los Estados Unidos cada año no son deseados. Si bien las píldoras anticonceptivas se aprobaron por primera vez para su uso en este país hace más de 60 años, aproximadamente un tercio de las mujeres estadounidenses que han tratado de obtener o surtir recetas han informado dificultades para hacerlo.
A nivel mundial, más de 100 países ofrecen anticonceptivos orales sin receta, lo que convierte a Estados Unidos en uno de los pocos países que los exige.
Varias organizaciones importantes de medicamentos de Estados Unidos —incluida la Asociación Médica Estadounidense y la Academia Estadounidense de Médicos de Familia— han pedido a las autoridades estadounidenses que hagan lo mismo.
"Pasar una píldora anticonceptiva segura y eficaz a la venta libre ayudará a que incluso más mujeres y personas accedan a la anticoncepción sin enfrentarse a barreras innecesarias".
Según la compañía, se espera una decisión de la FDA el próximo año. La aprobación se aplicaría exclusivamente al medicamento Opill de la empresa, que fue adquirido de Pfizer en 2014. Los pacientes pueden usar la píldora, si se recetan, desde 1973.
La solicitud de la HRA se produce en medio de un intenso debate público sobre los derechos reproductivos en Estados Unidos, con legisladores demócratas y activistas a favor del derecho a decidir instando a la FDA a considerar solicitudes similares.