El avión que transporta a Pelosi despegó a las 6:01 pm hora local (5:00 am, hora de la Ciudad de México) del aeropuerto Songshan de Taipéi, después de una visita en la que ha prometido que "Estados Unidos no abandonará a Taiwán" y que ha indignado a Beijing.
Esto es lo que hizo la legisladora estadounidense en su polémica visita, de menos de 24 horas.
Pelosi visitó esta mañana el Parlamento taiwanés y posteriormente se reunió con la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen, quien le impuso una condecoración por su "apoyo" al territorio.
"Nuestra delegación (...) llegó a Taiwán para dejar claro, de forma inequívoca, que no abandonaremos nuestro compromiso con Taiwán y que estamos orgullosos de nuestra amistad duradera", declaró Pelosi, de 82 años, durante un acto con la dirigente taiwanesa.
Pelosi se convirtió en la más alta autoridad estadounidense en visitar Taiwán en 25 años.
La jefa del Ejecutivo taiwanés agradeció el viaje de Pelosi otorgándole la más alta distinción de la isla.
“Es para mí un gran y humilde privilegio aceptar en nombre del Congreso la Orden de la Nube Propicia con Gran Cordón Especial: un símbolo de la fuerte y duradera amistad de Estados Unidos con Taiwán”, escribió la política estadounidense en su cuenta de Twitter.
Antes de partir de Taiwán, Pelosi se reunió con disidentes chinos entre ellos Wu’er Kaixi, uno de los líderes estudiantiles de las protestas de la plaza Tiananmen en 1989, sangrientamente reprimidas.
China y Taiwán está separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla.
Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Beijing como representante de China, aunque siguió dando respaldo militar a Taiwán.
La "reunificación" de China es un objetivo prioritario para el presidente chino, Xi Jinping, quien la semana pasada dijo formalmente a Biden por teléfono que evitara “jugar con fuego”.
Con información de AFP, EFE y Reuters