“Si hay una invasión, la fábrica de TSMC no funcionará. Debido a que esta es una instalación de fabricación tan sofisticada, depende de la conexión en tiempo real con el mundo exterior, con Europa, con Japón, con Estados Unidos, desde materiales hasta productos químicos, repuestos, software de ingeniería y diagnóstico”, señaló Liu.
Asimismo, el ejecutivo comparó un posible conflicto en su país con lo que está sucediendo entre Rusia y Ucrania, pues si bien ambos conflictos son distintos, el impacto económico a nivel global sería similar, además de que su empresa también vende chips a empresas chinas.
“La guerra no trae ganadores, todos tienen perdedores”, sentenció Liu. “Los taiwaneses hemos elegido regirnos por un sistema democrático. Queremos elegir nuestra forma de vida y creemos que la fabricación de chips es un sector clave en la economía. Aun así, si China llevase a cabo la invasión, los semiconductores no serían nuestra principal preocupación. Lo sería el hecho de que este evento destruiría el orden mundial”.
Los comentarios surgieron en medio de una creciente tensión entre China y Taiwán, luego de que la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitara Taiwán este martes y encendiera las alertas a nivel mundial.