370,000 millones de dólares
De aprobarse el proyecto, supondrá la mayor inversión de la historia de Estados Unidos en la lucha contra el cambio climático
En lugar de intentar castigar a las empresas estadounidenses más contaminantes, el proyecto ofrece incentivos financieros para alejar a la mayor economía del mundo de los combustibles fósiles.
Para ello, se concederían créditos fiscales a productores y consumidores de energía eólica, solar y nuclear.
Una vez en vigencia, la legislación asignaría hasta 7,500 dólares en créditos fiscales a cada estadounidense que compre un vehículo eléctrico. Quienes instalen paneles solares en sus tejados, tendrán un subsidio del 30% del costo.
Unos 60,000 millones de dólares se destinarían a la fabricación de energías limpias, desde turbinas eólicas hasta el procesamiento de los minerales necesarios para las baterías de los coches eléctricos.
La misma cantidad se asignaría a impulsar la inversión en comunidades desfavorecidas, especialmente con subvenciones para la renovación de viviendas. El objetivo es mejorar la eficiencia energética y el acceso a medios de transporte menos contaminantes.
Los incendios y el calor extremo asfixian a Europa
Grandes inversiones están previstas para proteger a los bosques de los incendios y para las zonas costeras que sufren por las consecuencias de devastadores huracanes.