La redada fue denunciada por un grupo de congresistas, gobernadores y candidatos republicanos a las elecciones legislativas de noviembre, quienes también sostuvieron que el Departamento de Justicia de Estados Unidos actuó con motivaciones políticas.
Alyssa Farah Griffin, una exasesora de alto rango de Trump en la Casa Blanca, dijo el martes a CNN que si el resultado de la redada resulta ser decepcionante para el público, la indignación entre los votantes republicanos podría ayudar a Trump a asegurar la nominación de su partido.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, calificó la redada como "otra escalada de las agencias federales contra los oponentes políticos (al gobierno)”.
DeSantis es visto como un potencial rival de Trump para la primaria presidencial republicana de 2024, pero también afronta su reelección como gobernador este año y confía en el respaldo de los incondicionales de Trump para lograrlo.
Algunos demócratas se preocuparon abiertamente por las consecuencias políticas. Andrew Cuomo, exgobernador de Nueva York, pidió que el Departamento de Justicia explique inmediatamente los motivos de la redada.
"Debe ser algo más que una búsqueda de archivos intrascendentes o se verá como una táctica política", tuiteó Cuomo, que dimitió como gobernador hace un año después de que múltiples mujeres lo acusaron de avances sexuales no deseados, algo que él negó.
Con información de AFP y Reuters