Lake, una convencida de que las elecciones presidenciales de 2020 fueron robadas a Trump, a pesar de la falta de pruebas, se había negado a dejar claro si aceptaría el resultado si le era desfavorable.
A sus 52 años, Hobbs gana así una apuesta arriesgada, tras una campaña sin enfrentamiento directo contra esta estrella local que impugnó la elección de Joe Biden. Lo resumió diciendo que era un enfrentamiento entre "la razón y el caos".
Nacida en Arizona, esta extrabajadora social era hasta ahora secretaria de Estado en esta región del suroeste de Estados Unidos, encargada de la buena marcha de las elecciones.
Su firme defensa de los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en Arizona, donde Biden superó a Trump por apenas 10,000 votos, aceleró su ascenso político dentro de las filas demócratas.
Durante su campaña, Hobbs fue criticada por estar involucrada en el despido en 2015 de una asistente parlamentaria negra que exigía un aumento salarial, y que ganó el juicio por discriminación.