Para Dana El Kurd, profesora de la Universidad de Richmond en Texas, estas críticas, difundidas sobre todo por los medios de comunicación europeos, revelan a veces un "doble rasero".
"Los debates en torno a la Copa del Mundo - aunque a veces han suscitado críticas absolutamente fundadas y válidas - también han estado motivados por la hipocresía y un doble rasero, en muchos casos", afirma a la AFP, denunciando el racismo que, según ella, juega "un gran papel".
"Simplemente ven un país de árabes en thobes (vestimenta tradicional) y asumen que es una autocracia religiosa extremista, cuando en realidad la gente es bastante libre en Doha en términos de sus decisiones personales".
El anuncio del acuerdo que permitirá que Qatar suministre gas a Alemania hizo reaccionar a los internautas.
"Un recordatorio más de que las preocupaciones en materia de derechos humanos rara vez obstaculizan los intereses estratégicos", escribió un usuario de Twitter.
"Hay desigualdades e injusticias... pero algunos países de Europa Occidental no se preguntan sobre su propia contribución a las injusticias", afirma Danyel Reiche, profesor visitante de la Universidad de Georgetown en Qatar, y coautor de un libro sobre la política de la Copa del Mundo.
Sin embargo, la socióloga Nandita Sharma, especialista en el trabajo de los migrantes, advierte del peligro de reducir las críticas contra Catar a un fenómeno puramente occidental.
"La gente instrumentaliza y deforma las críticas de orientalismo e imperialismo para proteger al Estado catarí", subraya la profesora de la Universidad de Hawai en Manoa.
"Es ridículo e insultante escuchar que nuestras críticas y preocupaciones sobre los trabajadores migrantes en Catar pertenecen al imperialismo occidental o a la cultura blanca". explicó.
Con información de AFP y Reuters