El hallazgo de varios lotes de documentos clasificados en la oficinas privadas y las residencias del presidente estadounidense Joe Biden ha hecho que la Casa Blanca enfrente fuertes cuestionamientos, en un caso que complica la investigación de las autoridades sobre otro escándalo que involucra al exmandatario Donald Trump.
El Departamento de Justicia informó este jueves que designó un fiscal especial para investigar el hallazgo de documentos clasificados de Biden.
Los republicanos ya han pedido que se inicie una investigación sobre este caso, que involucra documentos de la época en la que Biden era vicepresidente de Estados Unidos (2009-2017).
El lunes, la Casa Blanca informó que Documentos clasificados de la época en que Joe Biden era vicepresidente en la administración de Barack Obama fueron hallados en un centro de investigación en Washington, que Biden usaba como oficina.
Los abogados de Biden descubrieron los documentos en noviembre durante una jornada de limpieza en el Centro Penn Biden, afiliado a la Universidad de Pensilvania, y los remitieron al Archivo Nacional, que administra este tipo de material, informó el consejero especial de Biden, Richard Sauber.
Estaban en un "armario cerrado" cuando los encontraron, agregó.
"La Casa Blanca está cooperando con el Archivo Nacional y el Departamento de Justicia", indicó Sauber en un comunicado, en el que describió el hallazgo como "un pequeño número de documentos con marcas de clasificado”.
La cadena de noticias CBS News informó que el fiscal general Merrick Garland fue asignado para revisar los documentos, y que el FBI también estaba investigando.
En un intento por desactivar las acusaciones de interferencia política, el fiscal general Merrick Garland ha puesto a un fiscal federal de Chicago nombrado durante la administración Trump a revisar los documentos perdidos de Biden.
Según el reporte, se trató de unos 10 documentos. Una fuente anónima cercana a los archivos dijo a CBS que ninguno de ellos contenía secretos nucleares.
El martes, en una conferencia de prensa en Ciudad de México, Biden aseguró que ignoraba el contenido de los documentos descubiertos.
"No sé lo que contienen los documentos", dijo Biden a periodistas al término de la Cumbre de América del Norte junto con su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
"La gente sabe que me tomo en serio los documentos clasificados, la información clasificada”, agregó Biden.
La cadena NBC News y otros medios de comunicación estadounidenses reportaron el miércoles que los ayudantes del presidente habían encontrado "al menos un lote adicional" de documentos sin proteger.
Los abogados de Biden descubrieron un pequeño número de documentos con marcas clasificadas en el garaje de la casa del presidente en Wilmington, Delaware, dijo la Casa Blanca el jueves.
Un único documento fue hallado en una habitación adyacente al garaje y no se encontró ningún documento en la casa de los Biden en Rehoboth Beach, dijo el asesor especial de la Casa Blanca, Richard Sauber, en un comunicado.
En rueda de prensa, Biden afirmó que "coopera completamente" con la justicia.
Estas revelaciones ponen en aprietos a la Casa Blanca en un momento en el que las autoridades investigan una supuesta mala gestión de documentos clasificados por parte de su predecesor, el republicano Donald Trump.
La policía federal registró en agosto el club privado de Mar-a-Lago, Florida, donde vive el multimillonario desde que se fue de la Casa Blanca. Aunque el caso de Trump es más serio, el de Biden es cuando menos embarazoso para un presidente que presume de altos estándares éticos.
Analistas también afirman que podría introducir complicadas consideraciones políticas en la investigación contra Trump, quien ya pide un trato similar para Biden.
"¿Cuándo registrará el FBI las numerosas residencias de Joe Biden e incluso la Casa Blanca?", escribió Trump en su red Truth Social el lunes, después de las primeras revelaciones.
Los republicanos reaccionaron este jueves pidiendo que se investigue a Biden por el hallazgo de documentos confidenciales.
"El Congreso debe investigar este caso", declaró a la prensa el líder republicano Kevin McCarthy, quien denunció "un nuevo paso en falso de la administración Biden”.
Los casos difieren en varios aspectos.
Los abogados de Biden descubrieron menos de una docena de registros clasificados dentro de la oficina en el centro de estudios e informaron a Archivos Nacionales de Estados Unidos de su descubrimiento, entregaron los materiales y dijeron que estaban cooperando con Archivos y el Departamento de Justicia.
"Los documentos no fueron objeto de ninguna solicitud o requerimiento previo" y desde que los encontraron, los abogados de Biden han cooperado para "asegurarse de que los registros de la administración Obama-Biden estén en posesión del Archivo", indicó uno de los abogados de Biden en un comunicado.
En cambio, Trump guardó miles de documentos del gobierno, algunos cientos de ellos clasificados como confidenciales, en su residencia de Florida durante más de un año después de abandonar la Casa Blanca y no los devolvió inmediatamente ni de buen grado a pesar de las numerosas peticiones de Archivos Nacionales.
Cuando finalmente entregó 15 cajas de documentos en enero de 2022, Archivos descubrió que más de 100 estaban clasificados. Posteriormente, remitió el asunto al Departamento de Justicia.
El FBI recuperó unos 11,000 documentos durante un allanamiento a su residencia en agosto —incluidos 100 clasificados como secretos—, lo que podría valerle cargos por obstrucción a la justicia.
Según informaciones de prensa, estos documentos confidenciales contenían informaciones sensibles sobre China e Irán, así como secretos nucleares.
Una ley de 1978 obliga a los presidentes y vicepresidentes estadounidenses a enviar todos sus correos electrónicos, cartas y otros documentos de trabajo a los Archivos Nacionales.
Con información de AFP y Reuters
