"Algunos productores de energías fósiles eran totalmente conscientes en los años 1970 de que su producto estrella iba a quemar el planeta", afirmó.
Según un estudio publicado la semana pasada en la revista Science, ExxonMobil desestimó las conclusiones de sus propios científicos sobre el papel de los combustibles fósiles en el cambio climático.
"Pero, como la industria del tabaco, hicieron poco caso a su propia ciencia", añadió Guterres, refiriéndose a los juicios que demostraron que las tabacaleras habían ocultado los peligros de sus productos. "Algunos gigantes petroleros vendieron la gran mentira. Al igual que la industria tabacalera, los responsables deben rendir cuentas", añadió.
En 1998, varios estados de Estados Unidos consiguieron un acuerdo histórico contra las tabacaleras por 246,000 millones de dólares, destinado a cubrir los costes del tratamiento de los fumadores afectados por los efectos nocivos de los cigarrillos.
El estudio sobre ExxonMobil publicado la semana pasada reveló que los científicos de la empresa habían modelizado y predicho el calentamiento global "con una exactitud pasmosa".
La empresa sin embargo "se pasó las dos décadas siguientes negando esa misma ciencia climática". ExxonMobil es objeto de varias demandas en Estados Unidos.
Un portavoz de ExxonMobil alegó la semana pasada que el tema se había planteado varias veces en los últimos años y que en cada caso la respuesta de la empresa era que "quienes dicen que 'Exxon lo sabía' se equivocan en sus conclusiones".