En esa cuestión chocaban los intereses de algunos países ricos, que son los que tienen más capacidad para aprovechar esos avances, y los del mundo en vías de desarrollo, que teme verse excluido.
Las organizaciones ecologistas, muy presentes en todo el proceso, han presionado a los gobiernos para cerrar un tratado sólido y ambicioso, que ven como una oportunidad única de proteger los océanos.
"Los gobiernos y la sociedad civil deben asegurar ahora que el acuerdo se adopta y entra en vigor rápidamente y que sea implementado de forma efectiva para salvaguardar la biodiversidad en altamar", señaló en un comunicado Liz Karan, directora de la campaña para los océanos de la organización Pew Charitable Trusts.
En un anuncio percibido como un gesto para reforzar la confianza Norte-Sur, la Unión Europea prometió en Nueva York 40 millones de euros (42.4 millones de dólares) para facilitar la ratificación del tratado y su aplicación inicial.
Asimismo, anunció en Panamá más de 800 millones de euros (848 millones de dólares) para proteger los océanos para 2023 en la conferencia "Nuestro océanos" que concluyó el viernes.
En total, la ministra panameña de Relaciones Exteriores, Janaina Tewaney, anunció "341 nuevos compromisos" de un monto de cerca de 20,000 millones de dólares —de ellos cerca de 6,000 millones ofrecidos por Estados Unidos— que se adoptaron durante esta conferencia para proteger los mares.