"Es un día sombrío para nuestro país y para los refugiados", estima Jonathan Blazer, director de estrategias fronterizas de la poderosa asociación de derechos civiles estadounidense ACLU.
Biden "ha cerrado la posibilidad de asilo en Estados Unidos a la mayoría de las personas (...) está terminando el trabajo de Trump", añade en un comunicado.
Pero Mayorkas se mantiene firme: "Estamos dejando muy claro que nuestra frontera no está abierta, que cruzar irregularmente es ilegal".
En el otro lado del espectro ideológico, una coalición de 22 fiscales generales estatales republicanos se opuso por separado a la medida, afirmando que está "plagada de excepciones”.
"Será caótico por un tiempo"
El martes por la noche, el propio Biden reconoció que "será caótico por un tiempo".
Mayorkas dijo que a pesar de haber estado preparándose para este momento en los últimos dos años, las autoridades esperan grandes números de detenciones "en los días y semanas" después del levantamiento del Título 42.
"De hecho, ya estamos viendo cifras altas de detenciones en ciertos sectores" de la frontera, apuntó el responsable.
Además de la prohibición a los solicitantes de asilo, que podría aumentar las deportaciones, los funcionarios del gobierno de Biden dijeron a finales de abril que están ampliando las vías legales para los inmigrantes en el extranjero con el fin de ofrecer formas alternativas de entrar en Estados Unidos y desalentar los cruces ilegales.