"Con alrededor del 40% de los votantes indecisos, era poco probable que los datos de las encuestas actuales fueran muy precisos; el asesinato ahora agrega una nueva fuente de imprevisibilidad al resultado electoral", agregaron.
Los partidarios de Villavicencio, alrededor del 8% de los encuestados en sondeos recientes, pueden no saber a qué candidato apoyar. A pesar de sus vínculos sindicales, Villavicencio se opuso rotundamente a la principal contendiente de izquierda, Luisa González.
"Sobre el papel, el beneficiario más obvio del asesinato de Villavicencio sería Jan Topic (...) que está haciendo una campaña de mano dura contra el crimen", dijo la consultora Teneo en una nota. "Sin embargo, Topic (...) tiene un reconocimiento de nombre limitado y no parece haber tenido mucho impacto".
A pesar de la suspensión de la campaña de dos opositores y la condena generalizada del asesinato, los políticos siguieron intercambiando críticas.
El partido del candidato denunció el "uso político" de su muerte y algunos simpatizantes criticaron al expresidente Rafael Correa, con quien Villavicencio se enfrentó como periodista de investigación.
González, la candidata respaldada por Correa que lidera la intención de voto con poco menos del 30% del apoyo de los votantes, apuntó al actual presidente Guillermo Lasso, acusándolo de vínculos con la mafia albanesa, algo que Lasso siempre ha negado.
Además de aumentar la abstención de votantes, Paulina Recalde, directora de Perfiles de Opinión, dijo que la violencia y sus consecuencias podrían eventualmente sembrar dudas en el proceso electoral.