Horas después, el ministerio de Relaciones Exteriores de Ucrania informó que durante el ataque hubo drones rusos que cayeron en territorio de Rumania, pero Bucarest desmintió "categóricamente" esta afirmación.
Rusia afirmó este lunes que destruyó cuatro lanchas rápidas ucranianas que transportaban soldados en el mar Negro, después de que el 30 de agosto las fuerzas rusas reivindicaron que destrozaron embarcaciones de las fuerzas especiales de Kiev.
Las autoridades rusas afirmaron que las embarcaciones viajaban en dirección a cabo Tarjankut, al oeste de la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
Moscú también denunció este lunes que repelió bombardeos ucranianos con drones, uno cerca de la península de Crimea, y otro en Kursk, una región rusa del sur cercana a la frontera con Ucrania.
En el avance de la contraofensiva ucraniana, Kiev reivindicó este lunes que sus tropas lograron progresos reducidos en el frente sur, donde concentra su operación para repeler a las fuerzas rusas, y que también recuperó territorio cerca de Bajmut, una localidad del este, arrasada por los combates y que Rusia logró tomar en mayo tras una lucha feroz.
En la capital ucraniana, las autoridades anunciaron que recibieron una nueva alerta de bomba contra todas las escuelas de Kiev, tres días después de una primera amenaza, que resultó falsa, el 1 de septiembre, la fecha del inicio del curso escolar.
La policía local de Kiev indicó por la tarde que "había recibido informaciones" sobre la posible presencia de explosivos "en todos los centros comerciales y de ocio" de la capital.
El ministro de Defensa ucraniano —destituido el domingo por el presidente Zelenski, que pidió "un nuevo enfoque" de cara a la contraofensiva para repeler la invasión rusa— dijo este lunes que entregó su carta de renuncia al Parlamento.
El anuncio del cambio del ministro se produce tras varios escándalos de corrupción que afectaron a la cartera de Defensa en pleno conflicto.