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El triunfo de Milei obliga al peronismo y a la derecha argentina a replantearse

La victoria del economista libertario, quien hasta 2021 entró en el jugo político, significa un golpe duro para el tradicional sistema de partidos argentinos.
lun 20 noviembre 2023 11:30 AM
El presidente electo argentino Javier Milei se dirige a sus partidarios después de ganar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Argentina, en Buenos Aires, Argentina, el 19 de noviembre de 2023.
El apoyo de Macri y de Patricia Bullrich, la candidata de la coalición conservadora Juntos por el Cambio (JxC) que quedó tercera en las elecciones generales de octubre, impulsó en las últimas encuestas a Milei.

El ultraliberal Javier Milei, un "outsider" de la política que promete explosivas reformas como eliminar el banco central y dolarizar la economía, se consagró presidente de Argentina el domingo al vencer en el balotaje al oficialista Sergio Massa.

Su victoria era difícil de predecir, Hasta hace pocos años, este estridente economista libertario con peinado salvaje formaba parte de las filas de opinadores del mundo de la televisión, donde, lejos de la política, predicaba contra el Estado elogiando a Al Capone o destruyendo con furia una piñata del banco central argentino.

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Sus encendidos discursos contra las medidas implantadas para evitar la propagación del covid-19 al inicio de la pandemia, en 2020, le abrieron las puertas de las elecciones. Un año después, ganaba un escaño en el Congreso argentino donde, sin embargo, se mantuvo como una figura marginal.

En una entrevista con Reuters en 2022, Milei dijo que "para la lógica de la política, yo soy un error, porque justamente lo que vengo a hacer es a patear sus privilegios".

En el contexto de una grave crisis financiera, Milei logró el 55.7% de los votos frente al 44,3% de Massa, según los datos de un escrutinio avanzado al 99.3% de los sufragios.

Ahora, con la derrota a cuestas, el peronismo —o al menos el kirchnerismo gobernante— y la oposición de centroderecha encabezada por el expresidente Mauricio Macri, deberán replantear su oferta política luego de que un outsider lograra aprovechar sus debilidades y conseguir así la presidencia de Argentina.

Ni de izquierda ni de derecha: el peronismo busca redefiniciones

Agobiado por la crisis económica, el peronismo en el poder ofrece indicios de cambios drásticos en su identidad de centroizquierda.

Tras dos décadas de una retórica considerada populista y de afinidades con países de gobiernos socialistas, su candidato a la presidencia, Sergio Massa, dio señales de nuevos tiempos en esta tendencia política, única de Argentina: ofrecía respuestas de corte ortodoxo a las urgencias económicas del país y mostraba un alineamiento internacional con Estados Unidos.

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Muchos creen que Massa, un abogado de 51 años con una extensa red de contactos empresariales, sindicales y diplomáticos, podría ser el nuevo líder del peronismo, al que intenta "limpiar" de la mala imagen que tiene entre los argentinos hastiados de escándalos de corrupción y de una alta intervención estatal en la economía.

“Hoy termina una etapa en mi vida política y seguramente la vida me depare otras responsabilidades, pero sepan que siempre van a contar conmigo defendiendo los valores del trabajo, la educación pública, la industria nacional y el federalismo como valores centrales de la Argentina”, dijo Massa el domingo ante sus seguidores durante el discurso en el que reconoció su victoria, casi una hora antes de la publicación de los resultados oficiales.

A lo largo de su atribulada gestión, el actual presidente, Alberto Fernández, registró constantes cortocircuitos con su vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, quien realmente ostentaba el poder en el peronismo tras arrastrarlo hacia la centroizquierda durante sus mandatos (2007-2015).

"El mérito de Sergio (Massa) fue ordenar la política. Para una lista de unidad era el mejor candidato, porque no era de ningún bando (en disputa dentro del Gobierno) y resolvía la tensión interna", señaló a Reuters el canciller argentino, Santiago Cafiero, aliado de Fernández.

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La vicepresidenta aún cuenta con una amplia popularidad, pero despierta a la vez un extendido rechazo por su estilo confrontativo y acusaciones de corrupción. Ante la evidencia de que no podría ganar la elección, ella eligió en 2019 como candidato a Alberto Fernández y ahora dio el visto bueno a Massa, el tercero de los tres actores clave del oficialismo.

A lo largo de la campaña proselitista, el ministro de centro dio claras muestras del cambio de época: ni Cristina ni Alberto Fernández han casi aparecido en escena mientras el postulante oficialista prometía la eliminación del déficit fiscal o una amplia rebaja de impuestos.

Nacido a mitad del siglo XX de la mano del militar Juan Perón, el partido hegemónico de Argentina ha cobijado a lo largo de su historia tanto a representantes de la derecha como de la izquierda, si bien su principal bandera ha sido la defensa de la clase trabajadora.

"Siempre existieron la derecha y la izquierda, pero acá existe el peronismo", dijo en Buenos Aires Julia Saggini, una actriz de 32 años y votante del peronismo, al que consideró "un movimiento que ha podido darles derechos a quienes no los tenían”.

Probablemente esta flexibilidad haya brindado al peronismo la capacidad de adaptación para subsistir mientras movimientos populares semejantes agonizaban en América Latina. Pero también ha generado casos emblemáticos de peleas internas de poder.

"Nosotros vamos a ser 'kirchneristas' siempre. Pero todos aprendimos de la experiencia que estamos terminando (por el Gobierno nacional de coalición), que no fue buena, y creemos que vamos a poder gobernar de manera consistente", explicó una fuente de la vertiente peronista de izquierda liderada por Cristina Fernández de Kirchner.

"No tenemos la misma postura en todos los temas, pero sí coincidimos en los lineamientos generales y tenemos un diálogo permanente con el 'massismo' que nos permite avanzar", añadió la fuente, que consideró a Massa el líder indiscutible del espacio.

"Si perdemos, seguramente haya un debate en el peronismo. Soy bastante pesimista de que se mantenga la unidad si se pierde", señaló una fuente de la coalición gobernante días antes de la elección.

Una nueva alianza en la derecha

La alianza entre Milei y el sector opositor liderado por Mauricio Macri podría mantenerse después del balotaje.

El apoyo de Macri y de Patricia Bullrich, la candidata de la coalición conservadora Juntos por el Cambio (JxC) que quedó tercera en las elecciones generales de octubre, impulsó en las últimas encuestas a Milei, quien no contaba con una amplia estructura partidaria y de dirigentes que puedan gobernar.

Pero el movimiento no fue gratuito: los partidos tradicionales de centro de JxC han manifestado un rotundo rechazo por algunas ideas de extrema derecha de Milei y la coalición amenaza con partirse tras los comicios.

Aún hay dudas sobre qué rol jugarán Macri y Bullrich en el gobierno del libertario que se identifica con Donald Trump y Jair Bolsonaro.

"El caso de Macri-Bullrich con Milei (...) es una senda que se ha inaugurado que parece estar destinada a permanecer en alianza si se imponen", dijo la analista Shila Vilker, directora de la consultora Trespuntozero. "El destino del tablero político argentino y las alianzas y las reconfiguraciones va a depender mucho de quién se imponga en las elecciones", agregó.

Pese a las críticas de algunos aliados de Milei por su acuerdo electoral con políticos de la "casta", como el líder libertario suele llamar peyorativamente a los dirigentes tradicionales, muchos argentinos consideraron que el trato dio mayor seriedad a su candidatura.

"Estoy de acuerdo y me parece que habla muy bien de JxC, porque demuestra que su interés no está simplemente en la victoria de su candidato sino en el cambio real y la lucha contra el actual oficialismo", dijo Ezequiel Salinas, un empleado de 23 años.

Algunos votantes quedaron desconcertados con el anuncio de apoyo a Milei porque durante la campaña electoral el candidato ultraliberal había llamado "asesina de niños" a Bullrich, quien a su vez había calificado las ideas de Milei como "malas y peligrosas”.

"Hoy no se sabe qué peso va a tener Macri, si Macri va a terminar absorbiendo a Milei o Milei a Macri. Aún no hay formalizada ninguna alianza", dijo Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit, sobre ambos espacios.

Otros partidos de JxC como la histórica Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica cuestionaron duramente la alianza entre Macri y Milei por considerarla alejada de sus ideas a favor de la democracia y la salud y la educación públicas, y amenazan con buscar otros rumbos políticos.

"Creo que se va a reconfigurar Juntos por el Cambio porque hoy ya dejó de ser un espacio que contiene distintas visiones, distintos matices de una visión de país. Me parece que hoy tienen visiones de países distintos", concluyó Fornoni.

Con información de Reuters

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