Para ello, el futuro inquilino de Matignon deberá impulsar el "rearme industrial, económico, europeo" y también "cívico", que el presidente centrista, de 46 años, prometió el 31 de diciembre para impulsar su segundo mandato.
"Sé que puedo contar con su energía y su compromiso para implementar el proyecto de rearme y regeneración que anuncié", escribió Macron en la red social X en un mensaje dirigido a su nuevo jefe de gobierno.
"Mi objetivo será mantener el control de nuestro destino y liberar nuestro potencial francés", confirmó Attal durante el acto de traspaso de poderes, en el que fijó sus ejes: el trabajo, las empresas, la juventud y la escuela.
La figura más popular del gobierno sucede a Élisabeth Borne, de 62 años, quien dimitió la víspera después que Macron le indicara que quería nombrar a un nuevo primer ministro, como escribió en su carta de renuncia.
Sus 20 meses como jefa de un gobierno sin mayoría absoluta en el Parlamento estuvieron marcados por las protestas contra la reforma de las pensiones impuesta por decreto y por los disturbios urbanos a mediados de 2023.
"Nunca retrocedí ante ninguna reforma. Llevé a cabo los proyectos que consideré justos y necesarios para nuestro país. Y mantuve firme el rumbo fijado por el presidente", dijo Borne, vestida de negro durante su despedida.
Sin embargo, la aprobación en diciembre de una reforma migratoria, que el gobierno endureció para lograr el apoyo de la derecha, dividió y paralizó al oficialismo, mientras la extrema derecha celebraba una "victoria ideológica".