Con varios frentes legales abiertos, Trump se considera víctima de una "caza de brujas" orquestada desde la Casa Blanca para obstaculizar su regreso a la presidencia.
Dos días después de su triunfo en Iowa, Trump regresó a una vista judicial en el caso por difamación en Nueva York presentado por una periodista que ya le ganó otro proceso el año pasado por agresión sexual y difamación.
La excolumnista de la revista Elle E. Jean Carroll le reclama 10 millones de dólares por daños a su reputación y a su carrera.
El 8 de febrero la Corte Suprema escuchará los alegatos de un recurso interpuesto por el expresidente contra un fallo judicial de Colorado que le impide participar en las primarias republicanas en este estado del oeste del país.
El Tribunal Supremo de Colorado excluyó a Trump de las papeletas electorales citando una enmienda que prohíbe a cualquier persona ocupar un cargo público si ha participado en "insurrección o rebelión" después de haber prometido apoyar y defender la Constitución.
Es decir lo declara inelegible por sus acciones durante el asalto al Capitolio por parte de sus partidarios el 6 de enero de 2021.
Pero debido al efecto suspensivo del recurso su nombre aparecerá en las papeletas electorales en Colorado y en otros lugares, hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie.
A menos que se pospongan, dos de los juicios penales de Donald Trump comenzarán el 4 y el 25 de marzo.
El primero, en Washington, se centra en sus presuntos intentos de alterar los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 que ganó Joe Biden.
El segundo será en Nueva York por pagos sospechosos para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels sobre una antigua supuesta relación extramatrimonial que podría haber minado la candidatura de Donald Trump en 2016.
Otro juicio federal contra Donald Trump, por presunta negligencia con archivos ultrasecretos que se llevó cuando se marchó de la Casa Blanca, está previsto para el 20 de mayo en Florida, pero debería posponerse.