"Le agradezco a este lugar que mi familia tiene comida bien preparada", dijo William a Reuters en una entrevista. Los alimentos gratis que ofrece el proyecto se remontan a la década de 1980, cuando el propio Gobierno proporcionó raciones gratuitas a la población.
Estos beneficios -incluida una canasta mensual de productos básicos como arroz, frijoles, azúcar, aceite de cocina y café- se han reducido drásticamente en los últimos dos años a medida que la crisis económica se agudiza en Cuba con escasez y elevados precios, obligando a ciudadanos necesitados a buscar otro sitio para alimentarse.
Quisicuaba, un proyecto financiado por grupos religiosos de la isla, donaciones del extranjero y obsequios privados, se ha convertido en uno de los pocos sitios no gubernamentales que han logrado escalar en una nación que desde la revolución de Fidel Castro de 1959, depende en gran medida del Estado para apoyar a los necesitados.
Quisicuaba brinda desayuno, almuerzo y cena para 4,000 personas por día para todos los sectores sociales e incluso de varias provincias, según el coordinador de logística, Octavio Domínguez, quien dijo que esa cifra crece día a día.
Su personal también ofrece un servicio de entrega para aquellas personas que no pueden llegar al comedor.
"Diariamente podemos estar recibiendo 30, 40, 50 casos nuevos", dijo Domínguez. "Alimentamos al que llega (...) nosotros no preguntamos cuánto cobran. No se les cobra nada".