El presidente del El Salvador, Nayib Bukele, ha tenido una relación tensa con la prensa desde el inicio de su gobierno, en 2019. Poco afecto a las voces crítica, el mandatario ha usado varias herramientas para callar a los medios críticos con su gobierno, que han ido desde el hostigamiento a través de redes sociales hasta el uso de software espía.
“Ejercer periodismo actualmente en El Salvador es muy complicado, pero es una actividad muy necesaria, ya que ante el panorama político en donde no hay una oposición clara ni contrapesos, son los medios de comunicación y la prensa con quienes terminan teniendo la tarea de fiscalizar al gobierno de Nayib Bukele”, dice Cintia Alva, investigadora del programa de Centroamérica y el Caribe de la organización Article 19.