Joe Biden inició su gobierno en Estados Unidos, hace tres años, con la firma de 17 órdenes ejecutivas en las que revertía varias políticas de su predecesor, Donald Trump, incluidas medidas migratorias, como la construcción de un muro en la frontera con México. Pero tres años después, el demócrata cambió su postura para hacerla más restrictiva.
El demócrata había prometido que transformaría el maltrecho sistema migratorio estadounidense, rebasado por miles de solicitudes de asilo. Sus promesas incluían una reforma que permitiera que 11 millones de indocumentados pudieran regularizar su situación migratoria y, eventualmente, obtener la ciudadanía estadounidense.