Tras una primera criba, de los 96 nuevos potenciales candidatos convocados el jueves quedaban en liza menos de la mitad, después de dudar de su imparcialidad en un juicio que el magnate republicano trata de politizar denunciando ser víctima de una "caza de brujas”.
La fiscalía de Manhattan acusa al magnate de 34 falsificaciones de documentos contables de la empresa familiar Trump Organization para comprar el silencio de una exactriz de cine porno por una relación extramatrimonial para que no interfiriera en su campaña de 2016 que ganó frente a la demócrata Hillary Clinton.
Trump se ha declarado inocente de los cargos presentados por el fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, y niega cualquier encuentro de ese tipo con Daniels, cuyo verdadero nombre es Stephanie Clifford.
Objeto de una prohibición de hablar de personas relacionadas con el caso, el juez ha programado una audiencia para la próxima semana para analizar si Trump debe ser declarado en desacato por violar repetidamente dicha orden.
Entre los testigos de la fiscalía se encuentra el exabogado personal del magnate, Michael Cohen, que fue quien pagó de su bolsillo a la exactriz Stormy Daniels, haciéndolo pasar por gastos legales, por lo que ya fue condenado tras declararse culpable.
El magnate republicano Trump critica que tenga que estar en la corte en vez de hacer campaña política como su probable competidor Joe Biden, actual inquilino de la Casa Blanca, al que culpa de orquestar una cruzada judicial en su contra.
"Debería estar ahora mismo en Pensilvania, en Florida, en muchos otros estados, en Carolina del Norte, en Georgia, haciendo campaña", dijo el martes.
Además del juicio en Manhattan, el magnate republicano tiene otros frentes judiciales abiertos por intentar revertir los resultados electorales de 2020 para permanecer en la Casa Blanca y por el manejo de documentos secretos tras abandonar la presidencia en 2021, aunque es poco probable que se celebren antes de las elecciones de noviembre.