El perfil migratorio de México se ha transformado. De ser principalmente un expulsor de migrantes, pasó a ser, desde hace varios años, un país de tránsito para los migrantes de otros lugares de América en su camino para Estados Unidos. Pero desde por lo menos 2014, México también se ha convertido en un país de recepción para millones de personas.
Si bien, muchos migrantes aún tiene la mira puesta en llegar a cumplir el llamado “sueño americano”, las restricciones de las distintas administraciones estadounidenses para la entrada de migrantes y los peligros que un viaje a través de México entrañan, sobre todo en el norte del país, han persuadido a muchas personas a asentarse en el territorio nacional.