"El Estado de Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar en Rafah y cualquier otra acción que pudiera infligir al grupo palestino en Gaza condiciones de vida que provoquen su destrucción física total o parcial", afirma la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ).
La corte, con sede en la ciudad neerlandesa de La Haya, también ordenó a Israel mantener abierto el cruce de Rafah para que los gazatíes puedan recibir ayuda humanitaria "sin restricciones”.
El tribunal de la ONU pidió además la "liberación inmediata e incondicional" de los rehenes secuestrados por el grupo islamista palestino Hamás en el ataque del 7 de octubre en suelo israelí y retenidos desde entonces en Gaza.
El gobierno israelí replicó poco después que su ejército "no ha llevado ni llevará a cabo operaciones militares en la zona de Rafah que generen condiciones de vida que puedan causar la destrucción de la población civil palestina, total o parcialmente".
Hamás elogió el fallo de la corte, pero estimó que Israel debería cesar su ofensiva en toda Gaza y no solo en Rafah.
También la semana pesada, el fiscal de otro tribunal supranacional, la Corte Penal Internacional (CPI), pidió que se emitan órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, su ministro de Defensa y tres dirigentes de Hamás.
La guerra entre Israel y Hamás estalló con el ataque del movimiento islamista del 7 de octubre, que mató a más de 1,170 personas, en su mayoría civiles, según un recuento de la AFP basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos de Hamás también secuestraron a 252 personas, de las que 121 siguen en Gaza. El ejército israelí estima que 37 de ellas han muerto.
En respuesta, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre contra Gaza, que ha dejado hasta el momento 36,096 muertos, en su gran mayoría civiles, según el Ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
Con información de AFP