Es una "necesidad" para "lograr la paz" entre israelíes y palestinos, además de ser "una cuestión de justicia histórica" para el pueblo palestino, justificó el presidente del ejecutivo español, Pedro Sánchez, quien se ha erigido en una de las voces europeas más críticas con la ofensiva israelí en la Franja de Gaza.
Esta decisión no se adopta "contra nadie, menos aún en contra de Israel, un pueblo amigo", indicó el mandatario socialista.
El primer ministro irlandés, Simon Harris, dijo que la acción busca "mantener viva la esperanza" en Oriente Próximo, al tiempo que pidió a Israel escuchar "al mundo" y detener "la catástrofe humanitaria" en la Franja de Gaza.
Y el jefe de la diplomacia noruega, Espen Barth Eide, pidió a la comunidad internacional que redoble sus esfuerzos para apoyar la solución de los dos Estados.
El embajador palestino en Madrid, Husni Abdel Wahed, agradeció en rueda de prensa el "paso tan importante" dado por los tres países europeos, pero pidió a los demás de la región que, si apoyan la salida de los dos Estados, "demuestren su compromiso y actúen conforme a sus valores".
Cruce de declaraciones
Israel, para quien el reconocimiento es una "recompensa al terrorismo" del movimiento islamista palestino de Hamás, no tardó en críticarlo.
En un mensaje en la red social X, el ministro israelí de Exteriores, Israel Katz, acusó a Sánchez de ser "cómplice de incitación al asesinato del pueblo judío".