Se trata de su primera aparición desde que sufrió un atentado el sábado durante un evento de campaña en Pensilvania.
Trump habló sobre su atentado y dijo que sería la última vez que trataría el tema, porque es muy doloroso para él.
"Oí un fuerte zumbido y sentí que algo me golpeaba muy, muy fuerte en la oreja derecha", dijo en Milwaukee, con un grueso vendaje cubriéndole la herida. "Me dije: 'Vaya, ¿qué ha sido eso? Sólo puede ser una bala" Cuando le dijo a la multitud que "se suponía que no tenía que estar aquí", el público le contestó a coro: "¡Sí que lo estás!".
El expresidente dijo que los miembros del Servicio Secreto son "grandes personas". Aseguró que se sentía muy seguro porque Dios estaba con él.
Agradeció que los asistentes al mitin no huyeron ni corrieron, lo que pudo evitar que hubiera más heridos. "Algunos vieron la sangre y pensaron que estaría muerto", dijo.
El candidato republicano pidió un minuto de silencio por Corey Comperatore, el bombero que murió durante el atentado por proteger a su familia, y cuyo uniforme acompañaba a Trump en el escenario.
"Nunca he dejado de luchar por ustedes, su familia y este país, que es fantástico", dijo el expresidente.
Pide acabar con las "cacerías de brujas"
El expresidente dijo que es tiempo de recordar que que todos los estadounidenses son "compratiotas" y parte de una "nación indivisible", pero el discurso conciliador terminó a la línea siguiente.
"No debemos criminalizar el disenso ni demonizar el desacuerdo político, que es lo que ha estado sucediendo últimamente en nuestro país a un nivel que nadie ha visto antes", indicó en referencia de los casos penales que se llevan a cabo en su contra.
Acusó al Partido Demócrata de utilizar el sistema de justicia para perseguir a su opositores, como lo han utilizado en su contra. Y celebró que el caso de los documentos clasificados fue desestimado esta semana por una juez en Florida, que consideró que el nombramiento del fiscal especial Jack Smith fue inconstitucional.