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La misoginia es un arma de doble filo de los republicanos contra Kamala Harris

Los ataques sexistas de Donald Trump sirven para conquistar a su base de simpatizantes, aunque podría ser contraproducente si quiere llegarle a nuevos votantes.
jue 12 septiembre 2024 07:43 AM
El presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, y la candidata presidencial demócrata y la vicepresidenta Kamala Harris llegan al aeropuerto del condado de John Murtha Johnstown-Cambria, en Johnstown, Pensilvania, EE. UU., el 11 de septiembre de 2024 (imagen principal del artículo 'Así es como el discurso misógino de Donald Trump podría jugar en su contra')
Harris es una destacada defensora del acceso a la interrupción del embarazo, además de ser una exfiscal que solía encarcelar a hombres por fraude y violación.

Kamala Harris es apenas la segunda mujer candidata a la presidencia de uno de los dos principales partidos políticos de Estados Unidos. La rareza de su logro, sin embargo, no solo la ha llenado de halagos, sino que la ha hecho objetivo de una serie de ataques misóginos en su contra.

El expresidente Donald Trump y otros miembros del Partido Republicano han lanzado mensajes sexistas contra la vicepresidenta desde el momento en que fue elegida para sustituir a Joe Biden en la candidatura demócrata a la presidencia.

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Estos son algunos de los calificativos que la vicepresidenta ha recibido y cómo este tipo de ataques puede terminar afectando la campaña de Donald Trump.

La “candidata de la inclusión”

Algunos republicanos han comentado que Harris ha sido la candidata del DEI (diversidad, equidad e inclusión), la implicación es que no está cualificada para ser presidenta. También ha habido insinuaciones de que ella ha "dormido hasta la cima", una forma clásica de socavar los logros de las mujeres exitosas.

"Los medios de comunicación apoyaron a este presidente, mintieron al pueblo estadounidense durante tres años y luego lo desecharon por nuestra vicepresidenta DEI", dijo el representante republicano por Tennesse, Tim Burchett, en una publicación en X.

Glenn Grothman, un congresista republicano de Wisconsin, uno de los siete estados columpio que definirán la contienda, dijo a una filial de la cadena CBS que muchos demócratas sienten que deben quedarse con la vicepresidenta Kamala Harris para la nominación presidencial "debido a su origen étnico”.

Donald Trump ha usado un tono aún más vulgar contra la vicepresidente, en el que hace referencias sexuales hacia ella.

A finales de agosto, Trump publicó en Truth Social —la plataforma que creó después de que sus cuentas en otras redes sociales fueran suspendidas— una imagen de Harris y Hillary Clinton que llevaba la leyenda: "Es curioso cómo las mamadas impactaron sus carreras de manera diferente…”.

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Antes ya había amplificado un comentario sexual sobre Harris. A principios del mes pasado, republicó un vídeo del derechista Dilley Meme Team que parodiaba una canción de Alanis Morissette. En él, una cantante dice que Harris "pasó toda su maldita vida de rodillas" mientras que una imagen de su expareja, el político californiano Willie Brown, aparece en la pantalla.

"Donald Trump es un delincuente convicto, misógino y depredador sexual que continúa usando la violencia sexual como arma para silenciar a las mujeres. Es más, toda su campaña se basa en la difusión de la misoginia y una estructura de permisos para la violencia contra las mujeres”, dijo Christian F. Nunes, presidenta de la National Organization for Women (NOW), de acuerdo con un comunicado.

El historial de misoginia de Trump

La actual candidata demócrata no ha sido la única mujer contra quien Trump ha dirigido sus ataques.

Trump fue acusado de misoginia por su oponente demócrata en 2016, Hillary Clinton, hasta ahora la única mujer nominada a la Casa Blanca por un partido mayoritario, y se enfrenta a ataques similares por parte de una vicepresidenta que cada vez tiene más posibilidades de ser la segunda, tras la sorpresiva salida de Joe Biden de la carrera en 2024.

Trump fue declarado responsable el año pasado de una agresión sexual a mediados de los años 90 contra la escritora E. Jean Carroll. El juez, que la calificó de "violación", lo condenó a pagar 88 millones de dólares por concepto de daños y perjuicios por los hechos en sí y por difamarla.

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Durante su primera campaña de primarias rumbo a los comicios de 2016, que ganó, criticó el físico de su única rival republicana y dio a entender que la esposa de otro contrincante, el senador Ted Cruz, era fea.

Luego, una grabación revelada por el programa "Access Hollywood", en la que presumía de ser capaz de agarrar a las mujeres por los genitales, estuvo a punto de poner fin a su campaña.

Años antes, Trump había incluso presumido en el espacio de entrevistas del famoso conductor Howard Stern de entrar en probadores de concursos de belleza con "mujeres de aspecto increíble" en varios estados de desnudez.

Los votantes recordaron las polémicas declaraciones de Trump durante uno de los debates de las primarias de 2015, cuando la moderadora Megyn Kelly sacó a relucir sus descripciones de las mujeres como "cerdas gordas, perros, vagas y animales repugnantes”.

Más tarde criticó el interrogatorio, diciendo que a Kelly "le salía sangre por todas partes".

Clinton llegó a acusar a Trump de "acosarla" durante el debate que mantuvieron en octubre de 2016, tras una extraña actuación en la que a menudo se situó muy cerca de ella mirándola con el ceño fruncido.

Trump ha negado más de una docena de acusaciones de conducta sexual inapropiada, desde manoseos y acoso hasta violación. La postura oficial de la Casa Blanca de Trump en 2017 fue que todas las mujeres mentían.

Una apuesta arriesgada para Trump

Mercedes Baltazar, experta en reputación, fundadora y directora de Meraki México, asegura que la actual campaña de Donald Trump ha estado mucho más dirigida a un público masculino que sus primeros dos intentos de llegar a la Casa Blanca.

“La campaña está abrazando esta postura, pues no voy a decir antimujeres, pero un poco sí, o sea, como esta postura más hacia el hombre fuerte”, indicó Baltazar en una entrevista con Expansión. “Está conectando muchísimo con todos los incels —los hombres jóvenes frustrados por su falta de relaciones con mujeres— que están creciendo”.

Sin embargo, este tipo de mensajes deja de lado a un electorado que puede ser clave para cumplir su ambición de ser presidente de Estados Unidos: las mujeres.

Ampliar el interés de Trump entre las mujeres es considerado clave por los analistas para el éxito electoral del republicano en los comicios del 5 noviembre, después de que obtuviera solo el 42% del voto femenino en las elecciones de 2020, frente al 57% del vencedor Joe Biden.

En 2016, Trump tuvo más apoyo entre las mujeres blancas que Hillary Clinton, 47% frente a 45%, de acuerdo con Pew Research. Entonces, su hija mayor, Ivanka Trump, una mujer emprendedora, aunque parte de una familia tradicional, era una de las grandes protagonistas de su campaña. En este año, Ivanka ha estado ausente.

En la Convención Nacional Republicana de julio hubo un intento coordinado del partido para suavizar los aspectos más ásperos del multimillonario de 78 años, con elogios de aliados cercanos y oponentes reconvertidos a su favor.

Algunas mujeres de su familia se pronunciaron al respecto, como Kai Trump, su nieta mayor, que contó historias de "un abuelo normal" que les "da caramelos y refrescos" cuando sus padres "no están mirando”.

Sin embargo, los cumplidos chocaron con una imagen pública de presunto depredador sexual, que ha alardeado de manosear a las mujeres y cultiva una fama de infiel al supuestamente engañar a su tercera esposa, Melania Trump, con una modelo de Playboy y una estrella del porno.

Trump evitó la cárcel en el caso Carroll porque se trataba de un juicio civil, pero no se ha descartado el encarcelamiento en la sentencia prevista para septiembre por ser culpable de falsificar registros comerciales para intentar encubrir un supuesto romance con la estrella de cine para adultos Stormy Daniels.

Harris, una opción a la misoginia de Trump

Los derechos reproductivos se han convertido en un tema candente en las elecciones de 2024 tras la designación que hizo Trump durante su presidencia de tres jueces de la Corte Suprema que votaron a favor de anular las protecciones federales al aborto.

Harris es una destacada defensora del acceso a la interrupción del embarazo, además de ser una exfiscal que solía encarcelar a hombres por fraude y violación.

El estratega político Sergio José Gutiérrez dijo a la agencia AFP que si bien Harris podría tener dificultades con las votantes moderadas y mayores, la coalición demócrata de 2020 de mujeres de los suburbios y madres trabajadoras podría ayudarla a cruzar la meta.

"El bastión de Trump sigue siendo entre los votantes de pueblos pequeños, las personas mayores y los conservadores económicos", dijo Gutiérrez, director general de la consultora Espora.

"Pero debe adaptarse a la dinámica de presentarse contra una formidable contendiente femenina", consideró.

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