Flanqueado en el escenario por dirigentes del sindicato de la Patrulla Fronteriza, que han respaldado a Trump, el expresidente dijo: "Esto asegurará que podamos contratar y mantener a los agentes de la Patrulla Fronteriza que necesitamos”.
Trump está inmerso en una reñida carrera con la vicepresidenta demócrata Harris de cara a las elecciones del 5 de noviembre. La inmigración ilegal es una de las principales preocupaciones de los votantes, y Trump es visto por la mayoría de los votantes como la persona más capaz de hacerle frente, según las encuestas de opinión.
Trump contribuyó este año a tumbar un proyecto de ley bipartidista sobre seguridad fronteriza que habría financiado la contratación de 1,500 agentes adicionales de aduanas y patrulla fronteriza, y otros 1,600 oficiales de asilo.
Actualmente hay unos 20,000 agentes de la patrulla fronteriza estadounidense.
Harris, la candidata presidencial demócrata, y el presidente Joe Biden han arremetido contra Trump por su papel en presionar a los republicanos del Congreso para que acabaran con el proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza, acusándole de sabotearlo en beneficio político.
Unos 7 millones de inmigrantes han sido detenidos al cruzar ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México durante la administración de Biden, según datos del Gobierno, una cifra récord que ha alimentado las críticas a Harris y Biden por parte de Trump y otros republicanos.
Harris ha esbozado sus planes para arreglar "nuestro sistema de inmigración roto" mientras acusa a Trump de "avivar las llamas del miedo y la división" sobre el impacto de los inmigrantes en la vida estadounidense.
Harris también ha pedido restricciones más estrictas en materia de asilo y se ha comprometido a convertir en una "prioridad absoluta" impedir que el mortal opioide fentanilo entre en Estados Unidos.
Trump pidió la pena de muerte para "cualquier inmigrante" que mate a un ciudadano estadounidense.
El republicano ha endurecido notablemente su retórica antiinmigración en las últimas semanas de campaña. El mes pasado llamó "monstruos", "asesinos a sangre fría" y "viles animales" a los inmigrantes que se encuentran ilegalmente en Estados Unidos y cometen delitos violentos.