Sin embargo, Orsi ha marcado su propio camino. Aunque reconoce la influencia de Mujica, ha evitado las comparaciones directas y ha buscado construir una imagen independiente. Su estilo es menos improvisado y más técnico, pero conserva la calidez y el enfoque en las personas que caracterizan al expresidente.
En varias ocasiones, Orsi ha hablado de la necesidad de una "izquierda moderna", adaptada a los desafíos del presente sin perder de vista los valores históricos del Frente Amplio. Esto lo ha llevado a priorizar temas como la digitalización, el cambio climático y el desarrollo económico inclusivo, cuestiones que considera fundamentales para el futuro de Uruguay.
Presidente de Uruguay
El 24 de noviembre de 2024, tras una intensa campaña electoral, Orsi fue elegido presidente de Uruguay. Su victoria no solo marcó el regreso de la izquierda al poder, sino también el inicio de una nueva etapa para el país.
"Yo soy de izquierda, claro", dijo Orsi. "Pero en Uruguay la izquierda ha tenido muchas facetas", agregó.
A pesar de las expectativas, Orsi no ha ocultado los retos que enfrenta. Desde revitalizar la economía hasta gestionar las tensiones políticas, su administración deberá equilibrar las demandas de una sociedad diversa con las limitaciones de un contexto global cada vez más incierto.
Orsi no ha cambiado su esencia a pesar del cargo que ocupa. Sigue siendo el hombre que camina por las calles de su barrio, que escucha y que actúa. Para muchos uruguayos, esa autenticidad es su mayor fortaleza y la clave de su éxito político.