Después de tres meses de intensas audiencias, el juicio por violación agravada contra Dominique Pelicot y sus 50 presuntos cómplices está por concluir en Francia, con las sentencias finales previstas para este jueves. Este caso no solo ha conmocionado al país, sino que ha resonado a nivel internacional, reavivando el debate sobre la violencia sexual y consolidando a la víctima, Gisèle Pelicot, como un símbolo de resistencia feminista.
El juicio contra Dominique Pelicot y 50 cómplices llega a su fin
Desde que inició el proceso el pasado 2 de septiembre, el caso ha estado marcado por el coraje de Gisèle, quien rechazó la posibilidad de un juicio a puerta cerrada y pidió la difusión de las imágenes de las agresiones, con la firme intención de que "la vergüenza cambie de bando". Su valentía ha movilizado a organizaciones feministas y defensoras de los derechos de las mujeres, quienes ven en este juicio un hito en la lucha contra las agresiones sexuales en Francia.
"Querría empezar saludando el coraje de mi exmujer", declaró este lunes el hombre de 71 años ante el tribunal de Aviñón, en el sur de Francia, en sus declaraciones finales antes del veredicto.
"Lamento lo que hice, hacer sufrir [a mi familia] durante cuatro años [cuando salieron a la luz los hechos], les pido disculpas", prosiguió.
"Un juicio histórico"
Dominique Pelicot, está acusado de drogar a su exesposa durante casi una década, entre 2011 y 2020, para abusar de ella sexualmente junto con desconocidos que contactaba por internet. Según las investigaciones, la mujer era sedada con fuertes medicamentos sin su conocimiento, lo que permitía que los actos se llevaran a cabo en su domicilio conyugal, en el sur de Francia.
La fiscalía ha solicitado la pena máxima de 20 años de prisión para Pelicot, mientras que para los otros 49 acusados, quienes enfrentan cargos por violación agravada, se han pedido condenas que oscilan entre 10 y 18 años de cárcel. Un acusado adicional enfrenta cuatro años de prisión por "tocamientos" a la víctima.
El proceso judicial se ha destacado por el nivel de atención pública y mediática que ha recibido. Gisèle Pelicot, de 72 años, ha enfrentado cada audiencia con una notable entereza. A su salida del tribunal, ha sido recibida constantemente con aplausos y vítores del público, que reconoce su fuerza al denunciar un caso de tal magnitud.
"La privación de no ver a mi familia es peor que la privación de libertad", afirmó Dominique Pelicot en su última declaración, donde además reconoció los hechos y pidió disculpas tanto a la víctima como a su familia. Sin embargo, sus palabras han sido calificadas por muchos como tardías y vacías.
Este juicio ha resuelto también una serie de tensiones sociales sobre la percepción de los agresores, ya que muchos de los 51 acusados se han mostrado como "víctimas" de la manipulación de Pelicot. Una quincena de los acusados también pidieron perdón a Gisèle en su turno final de palabra, mientras que otros insistieron en que ellos mismos habían sido "manipulados" por Pelicot para participar en lo que creían era un contexto consensuado de prácticas libertinas.
Gisèle, aunque no estuvo acompañada de sus hijos en el último día, recibió los aplausos del público presente al salir del tribunal, un acto simbólico de apoyo a su valentía.
El impacto en el movimiento feminista
La decisión de Gisèle de hacer público su caso ha sido crucial para dar visibilidad a la lucha contra las agresiones sexuales y las dinámicas de poder que perpetúan la violencia de género. Colectivos feministas han resaltado cómo este juicio ha puesto en evidencia las fallas sistémicas en la protección de las víctimas y la necesidad de justicia ejemplar en casos de violencia sexual.
"Este juicio ha cambiado las reglas del juego", aseguró una representante de un colectivo feminista local. "La valentía de Gisèle nos ha recordado que no estamos solas y que la justicia puede estar de nuestro lado si alzamos la voz".
El tribunal de Aviñón, presidido por Roger Arata, tiene previsto emitir el veredicto este jueves a las 08:30 GMT (2:30 horas, tiempo de Ciudad de México), aunque no se descarta que la deliberación pueda extenderse hasta el viernes por la mañana.
Con este caso, Gisèle Pelicot no solo busca justicia para sí misma, sino que también abre una nueva página en la lucha global contra la violencia sexual y la impunidad.
Con información de AFP.