Publicidad
Publicidad

Maduro y su tercer mandato: represión y un futuro incierto para Venezuela

El 10 de enero, el líder chavista inicia su tercer mandato en Venezuela, en medio de denuncias de fraude electoral, represión política y un rechazo internacional creciente hacia su gobierno.
vie 10 enero 2025 05:03 AM
Maduro-tercer-mandato-donde-queda-la-oposición
Manifestantes ondean banderas venezolanas durante una protesta convocada por la oposición en vísperas de la investidura presidencial en Caracas, el 9 de enero de 2025. Venezuela se encuentra en vilo ante las manifestaciones convocadas tanto por la oposición como por los partidarios del Gobierno un día antes de que el presidente Nicolás Maduro jure su cargo para un tercer mandato consecutivo y a pesar de que varios países reconocen a su rival opositor Edmundo González Urrutia como presidente legítimo electo tras las elecciones del pasado mes de julio.

Venezuela se encuentra nuevamente en un punto crítico en su historia política. Este 10 de enero de 2025, Nicolás Maduro tomará posesión de su tercer mandato, tras unas elecciones que han sido ampliamente cuestionadas tanto a nivel nacional como internacional.

Aunque Maduro se ha declarado vencedor, las elecciones de 2024 fueron marcadas por la desconfianza, la represión política y la falta de observación imparcial.

Publicidad

En el ámbito internacional, pocos países han reconocido oficialmente los resultados, con Estados Unidos y la Unión Europea destacándose entre los principales opositores a la legitimidad del proceso electoral.

Maduro y la tercera reelección

Maduro asume su tercer mandato al frente de Venezuela
Maduro ha gobernado con mano de hierro Venezuela.

Nicolás Maduro asumió el poder en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez, en un contexto de gran polarización política y social.

Desde su ascenso, Maduro ha enfrentado múltiples crisis, tanto internas como externas, incluyendo una grave crisis económica, la escasez de bienes básicos, y una hiperinflación que ha llevado a millones de venezolanos a emigrar.

Su llegada al poder fue inicialmente respaldada por una parte significativa de la población y, particularmente, por las fuerzas armadas.

Para este punto, Maduro y sus aliados afirman que ganó de manera legítima en los comicios de julio del año pasado. Aún rodeado de gran cantidad de denuncias de fraude, represión de la oposición y una escasa transparencia en el proceso electoral.

Este apoyo militar, ha sido una característica central y constante de la administración de Maduro, lo que le ha permitido consolidar su poder.

De acuerdo con Phillip Gunson, Analista Senior de Crisis Group experto en Venezuela, la relación estrecha entre el presidente y los militares es un factor determinante en su capacidad para resistir las presiones tanto internas como externas.

Publicidad

Se ha mantenido un control férreo sobre el aparato estatal, utilizando las fuerzas de seguridad y militares para sofocar cualquier intento de protesta.

En cuanto a las elecciones de 2024, el régimen de Maduro insistió en que fueron legítimas, pero las denuncias de fraude, represión de la oposición y falta de transparencia fueron reiteradas. Las organizaciones internacionales, como la Unión Europea y la Organización de Estados Americanos (OEA), condenaron las irregularidades y afirmaron que no reconocían los resultados.

En la creciente tensión internacional, Maduro ha buscado reforzar sus alianzas con países como Rusia, China e Irán. Estas relaciones estratégicas han proporcionado al régimen venezolano un apoyo crucial tanto político como financiero. No obstante, ni el apoyo militar ni el internacional parecen ser suficientes para una sostenibilidad amplia.

María Corina Machado, líder de la oposición

Corina-Machado-líder-opositora
La líder opositora venezolana María Corina Machado ondea una bandera nacional durante una protesta convocada por la oposición en vísperas de la investidura presidencial, en Caracas, el 9 de enero de 2025. Venezuela se encuentra en vilo ante las manifestaciones convocadas tanto por la oposición como por los partidarios del Gobierno. Machado salió de la clandestinidad para encabezar las protestas en Caracas contra la juramentación de Nicolás Maduro para un muy polémico tercer mandato como presidente.

La oposición venezolana se encuentra en un momento crítico. Tras años de desgaste político y represión, el movimiento opositor enfrenta el desafío de reconstruir su cohesión y definir una estrategia viable para confrontar al régimen.

La inhabilitación de María Corina Machado para las elecciones, quien emergió como la favorita en las primarias opositoras, representó un golpe significativo para las aspiraciones de cambio. En su lugar, Edmundo González Urrutia asumió el liderazgo de la coalición opositora.

Publicidad

Tras meses de protestas reprimidas por violencia y constantes amenazas, Machado y González se vieron en la necesidad de ocultarse, la líder estuvo semanas en la clandestinidad mientras que el excandidato ha estado fuera del país.

El jueves, María Corina reapareció en las calles venezolanas después de convocar otra serie de manifestaciones previas a la "ilegítima" toma de posesión de Maduro.

En su intervención, Machado, reafirmó su desafío al régimen: "Todos sabemos quién es el presidente electo, todos. Lo saben los venezolanos, lo saben las Fuerzas Armadas, lo sabe Maduro, lo sabe el mundo entero", dijo, reafirmando la postura de la oposición en su rechazo a la legitimidad de Maduro.

Sin embargo, la jornada terminó en un incidente confuso. Según su equipo político, Machado fue " retenida por la fuerza " por agentes de seguridad, aunque el gobierno negó el arresto y el ministro de Interior, Diosdado Cabello, calificó los señalamientos de "invento".

Tras su liberación, Machado denunció lo que consideró un fraude electoral por parte del Consejo Nacional Electoral, que proclamó a Maduro reelecto a pesar de lo que ella considera la victoria de González Urrutia en las elecciones presidenciales de julio pasado.

La situación para Machado sigue siendo difícil. Según Phillip Gunson, aunque la líder opositora tiene un fuerte apoyo popular, la falta de un cambio en la estructura de poder, especialmente en las fuerzas armadas, limita cualquier posibilidad de que este apoyo se traduzca en un cambio de gobierno.

"Maduro tiene el poder de la fuerza armada y mientras eso no cambie, es muy difícil que un apoyo popular, por más grande que sea, se convierta en un cambio de gobierno", señala Gunson.

Por su parte, la figura de Machado ha logrado captar apoyo internacional. Recientemente, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, calificó a Edmundo González Urrutia como "presidente electo" y expresó su apoyo a la oposición venezolana, destacando cómo "María Corina Machado y el presidente electo González expresan pacíficamente las voces y la voluntad del pueblo venezolano con cientos de miles de personas manifestándose contra el régimen chavista", en un mensaje a través de su plataforma Truth Social.

El regreso de Donald Trump

Justo a pocos días del regreso del republicano Donald Trump a la oficina oval, abre una nueva dimensión en las relaciones internacionales de Venezuela.

Su apoyo a la oposición venezolana no es solo simbólico. Durante su primer mandato, Trump implementó severas sanciones contra el gobierno de Maduro, lo que incluyó un embargo petrolero con el objetivo de forzar un cambio de régimen.

Sin embargo, según Philip Gunson, analista sénior para la región de los Andes, la postura de Trump respecto a Venezuela podría no ser tan intransigente como en su primer mandato. Gunson señala que Trump es conocido por ser una figura pragmática, más transaccional que ideológica.

En su segundo mandato, es posible que se enfoque en obtener beneficios estratégicos para él y su movimiento político, más que en forzar un cambio de régimen en Venezuela. "Es muy difícil que Trump dedique mucho tiempo o capital político a la restauración de la democracia en Venezuela", opina Gunson.

En su primer mandato, la idea de que Venezuela era un objetivo fácil de manejar le fue vendida, pero, según Gunson, este enfoque se cruzó con la realidad de la resistencia del régimen de Maduro. En el futuro, es probable que Trump prefiera buscar acuerdos con Maduro, especialmente en temas energéticos y migratorios, que son más prácticos y beneficiosos a corto plazo que la restauración democrática.

Entonces, ¿qué sigue para la oposición?

A pesar de todo, la reelección de Maduro esta más que confirmada y el futuro inmediato de Venezuela sigue siendo incierto. Mientras que la oposición parece estar ante un escenario en el que las opciones son limitadas.

La situación está marcada por una serie de paradojas. María Corina Machado, en particular, ha sido una de las voces más firmes en rechazar la negociación con el régimen, sosteniendo que "una dictadura no sale con votos". Sin embargo, después de la victoria electoral en julio, Machado también reconoció la necesidad de "cobrar esa victoria", es decir, convertir el apoyo popular en una victoria política real.

Como destaca Phillip Gunson, "la oposición tiene por delante un desafío muy grande". La dificultad de transformar el apoyo popular en un cambio concreto de gobierno es evidente, sobre todo cuando, como señala Gunson, "es muy difícil, por no decir imposible, que Edmundo González, quien se encuentra actualmente en el exilio, regrese a Venezuela y se presente ante la Asamblea Nacional".

Con los días siguientes marcando una nueva etapa de tensión política, el verdadero reto para la oposición se confirmará en las próximas semanas. La capacidad de transformar la presión popular en una estrategia efectiva para desafiar al régimen de Maduro será puesta a prueba en el escenario más difícil de todos: la lucha por la legitimidad política y la estabilidad futura de Venezuela.

Tags

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad