No obstante, el ministro Ábrego recordó que cualquier modificación a las tarifas debe respetar el principio de neutralidad consagrado en los tratados del canal, el cual establece que todos los buques deben pagar el mismo peaje con base en su capacidad y carga, sin importar su nacionalidad.
“La seguridad no es incompatible con la neutralidad del canal”, añadió el ministro panameño, quien también destacó que las decisiones sobre el cobro de peajes corresponden exclusivamente a la ACP, un organismo autónomo.
Durante su participación en la conferencia regional de seguridad, Hegseth también arremetió contra la expansión económica y militar de China en América Latina.
"El ejército de China tiene una presencia excesiva en el hemisferio occidental y sus empresas se apoderan de infraestructura crítica en sectores estratégicos como energía y telecomunicaciones", declaró.
Aunque aseguró que Washington no desea una confrontación, advirtió que Estados Unidos “enfrentará y, de ser necesario, derrotará” esas “amenazas” junto a sus aliados.
Uno de los puntos más sensibles en la relación entre Washington y Beijing es la operación de los puertos de Balboa y Cristóbal, situados en los extremos del canal. Ambas terminales están bajo el control de Panama Ports Company (PPC), una filial de Hutchison Holdings, empresa con sede en Hong Kong. Según el gobierno estadounidense, esa presencia constituye una amenaza para la seguridad regional.
Pocos días antes de la visita de Hegseth, la Contraloría General de Panamá publicó una auditoría que acusa a PPC de incumplir su contrato y de no entregar al Estado unos 1,200 millones de dólares por la concesión portuaria. La empresa rechazó los señalamientos. “Las afirmaciones de la contraloría son contrarias a la realidad”, respondió la firma en un comunicado.
En medio del escándalo, Hutchison anunció el 4 de marzo que vendería las operaciones de ambos puertos a un consorcio estadounidense. Sin embargo, la transacción no se ha concretado, ya que los reguladores chinos mantienen abierta una investigación sobre el proceso.
La visita de Hegseth fue la segunda de un alto funcionario estadounidense a Panamá desde que Trump asumió nuevamente la presidencia. En febrero, el secretario de Estado, Marco Rubio, también viajó al país para reforzar los vínculos bilaterales en medio de la creciente pugna entre Washington y Beijing por la influencia en el canal.
Con información de AFP